Han venido todos: mis amigos, mi familia, mis compañeros. Todos están felices, bromean, comen bocadillos de pan blandito y beben lo que les dejan. Su cántico me emociona: “Feliz, feliz en tu día, amiguito que dios te bendiga, que reine la paz en tu día y que cumplas muchos más...”. Los ojos se me llenan de lágrimas cuando me toca apagar las velas. Vaya pinta que tiene la tarta, lástima que sea tan sosa. Parece una tarta cualquiera, pero no, ésta es para diabéticos. Esto también parece un aniversario cualquiera, pero no lo es, hoy estamos de fiesta en el geriátrico y aquí somos cumpleaños profesionales.En una época donde triunfa lo audiovisual y el tiempo es un bien escaso, los microrrelatos actualizan la tradición del cuento y ofrecen grandes historias en sólo unos segundos de lectura. En estos tiempos de escasez de tiempo, algunos optamos por la brevedad como forma de expresión, aunque las palabras justas de las historias breves requieran amor desmedido por la concisión.
06 noviembre 2008
Cumpleaños
Han venido todos: mis amigos, mi familia, mis compañeros. Todos están felices, bromean, comen bocadillos de pan blandito y beben lo que les dejan. Su cántico me emociona: “Feliz, feliz en tu día, amiguito que dios te bendiga, que reine la paz en tu día y que cumplas muchos más...”. Los ojos se me llenan de lágrimas cuando me toca apagar las velas. Vaya pinta que tiene la tarta, lástima que sea tan sosa. Parece una tarta cualquiera, pero no, ésta es para diabéticos. Esto también parece un aniversario cualquiera, pero no lo es, hoy estamos de fiesta en el geriátrico y aquí somos cumpleaños profesionales.
Volvemos a la normalidad, después de tanta vorágine.
ResponderEliminarMuy bueno si señor Raul.
ResponderEliminarSaludos...
Gracias, Troncha
ResponderEliminarHay que vivir en un geriátrico para entender que la vida es una tarta más modesta, cuyas numerosas velas comienzan a ser, meramente, biográficas.
ResponderEliminarAfortunado tu que te gusta el cumpleaños¡¡ yo llevo sin celebrarlo ya unos años, PASO, eso de cumplir años ya no me gusta¡¡¡ es que las mujeres es distinto... ¡¡ felicidades de paso¡¡¡
ResponderEliminarLLega un momento en que cumpir años resulta tan emocionante como cuando cumplíamos 10.
ResponderEliminar;)
Es verdad, de eso precisamente tarta este relato, por una parte de la vuelta a la inocencia y, por otra, del mérito de llegar a viejo.
ResponderEliminarIba a decir trata y dije tarta... que traicionó el subconsciente cumpleañero. Por cierto, Anita, si quisieras podrías celebrar tus aniversarios, que los llevas muy bien.
ResponderEliminarQue tal?, he mirado un poquillo el blog y me gusta mucho, cuando leo cosas así sé que me queda toda la vida o más para escribir decentemente.
ResponderEliminarMuchas felicidades por cierto!!.
Saludos.
Te he enlazado en mi blog.
ResponderEliminarTienes una forma de escribir única.
Me encantan, cada uno de tus post...
Sigue así.
Felicidades... y un saludo.
eigual - www.escriboaqui.es
Gracias, y mucho ánimo y constancia a quien quiera contar cosas.
ResponderEliminarSeguro la pasarían de locura l@s viej@s del geriátrico con esa torta y ¡fiesta!
ResponderEliminarMe encanta que con pocas palabras dices mucho... todo.
Saludos.
Pues a mi me deja cierto aire de tristeza, será q me asusta llegar a cierta edad!
ResponderEliminarMientras esté la familia ya se pueden soplar las velas. Me dan mucha pena esos abuelitos que miran a través de la ventana del geriátrico hacia el mundo exterior, ellos recluidos cumpliendo años y expulsados del mundo que trabajaron para crear.
ResponderEliminarAlegría de la huerta, tienes toda la razón... habría que recuperar el respeto por quienes nos dieron y posibilitaron la vida que disfrutamos ahora.
ResponderEliminarDoble felicidades... por cumplir años y por tu buena posición alcanzado en los premios 20 blogs. Un saludo.
ResponderEliminarUn cumpleaños es un cumpleaños.
ResponderEliminarTe dejo este mensaje porque he llegado hasta aquí de rebote y no quería pasar sin dejar mi opinión. Me ha gustado tu entrada al blog.
me ha encantado, esa expresion de cumplidores de años profesionales.
ResponderEliminarUn abrazo y que lleguemos capaces de ponernos una tarta en la boca.
Un saludo !!
Cumplir años en un geriátrico rodeado de figurantes que interpretan el papel de tu familia, debería llamarnos a la reflexión. Sobre todo si la banda sonora de esta película la pone la inigualable Sara Montiel cantando " El último cumplé".
ResponderEliminarExcelente post! Tan tiernos los abuelitos! Toneladas de experiencia acumulan.
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