Cómo explicarle a Pedrito, que acaba de cumplir dos años, que su padre se quedó para siempre en aquel accidente de avión. Hace semanas que no lo ve, y no para de preguntar. Tú ya lo intentaste, con paciencia y muchas lágrimas, pero sólo has conseguido que Pedrito dé un salto y mire al cielo en cuanto escucha un avión. Sólo has conseguido que reaccione como un resorte ante los reactores, señale a las nubes y diga con una gran sonrisa: “¡Mira, papá!”. Gracias al niño encontraste la solución: lo que queda de la familia vive ya junto al aeropuerto. Allí donde papá siempre va y viene. Y Pedrito y tú pueden salir a verlo.27 noviembre 2008
¡Mira, papá!
Cómo explicarle a Pedrito, que acaba de cumplir dos años, que su padre se quedó para siempre en aquel accidente de avión. Hace semanas que no lo ve, y no para de preguntar. Tú ya lo intentaste, con paciencia y muchas lágrimas, pero sólo has conseguido que Pedrito dé un salto y mire al cielo en cuanto escucha un avión. Sólo has conseguido que reaccione como un resorte ante los reactores, señale a las nubes y diga con una gran sonrisa: “¡Mira, papá!”. Gracias al niño encontraste la solución: lo que queda de la familia vive ya junto al aeropuerto. Allí donde papá siempre va y viene. Y Pedrito y tú pueden salir a verlo.
Espero sus comentarios, críticas, reflexiones, descalificaciones, insultos, amenazas... jejeje
ResponderEliminarTe juro que te mato si no escribes mas !!! ahí va la amenaza :D
ResponderEliminarComo siempre, conciso, profundo, y en este caso... triste...
salud-os
¡Me has desarmado, chico!
ResponderEliminarPero, ¿insultarte? ¿por qué?
Me gusta cómo escribes.
Saludos.
Buen finde.
Excelente como siempre, solo que esta vez es muy triste :(
ResponderEliminarPero por favor, sigue escribiendo.
Saludos!
Esto es demasiado elogio junto para mí... ¿con estos lectores cómo podría parar de escribir? Sería loco o tonto, o las dos cosas a la vez. Sobre la tristeza, cómo negar la evidencia, es triste, pero la vida es eso, una sucesión de alegrías y tristezas cuya proporción decide el azar.
ResponderEliminarcomo explicar lo que no se ha vivido ni se quiere vivir,,,
ResponderEliminarcomo saber, como,,,
me pierdo al pensar algo asi, y no quiero pensar,,,
abrazos,,,
Me encanta cuando alguien logra escribir algo que emocione, sea triste y al mismo tiempo, bonito.
ResponderEliminarMi enhorabuena!
Hola, Raúl...
ResponderEliminarLograste en pocos renglones mostrar toda la tristeza y las secuelas de aquella tragedia.
Saludos,
Rafael H.
Gracias Mar, Luna y Rafael. Un abrazo a los tres.
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarDuro y tierno a la vez, dificil mezcla, pero que tu la consigues.
Saludos...
¡En todos aciertas. Que puntería o mejor buen hacer!.
ResponderEliminarBueno en sí mismo, pero abre a reflexionar sobre algo más trascendente,aunque no queramos...
Gracias por el elogio de la difícil mezcla, Troncha, a veces nos movemos en un complejo equilibrio y corremos el riesgo de meter la pata. Me alegro de que te haya gustado. A José Luis, qué decirle, lo primero agradecerle, y mucho, que se pase por este blog a leer historias de un antiguo alumno. Lo segundo, que me alegro mucho de que mis cuentos sirvan para hacer reflexionar más allá de unas pocas líneas y unos segundos de lectura. Me puedo dar con un canto en los dientes si encima hago pensar a alguien que me enseñó tanto.
ResponderEliminarEs una historiaa tierna y conmovedora... con pocas palabras dices mucho.
ResponderEliminarSaludos
PS. Y nada de insultarte, al contrario, lo que quiero es felicitarte.
Gracias Coro
ResponderEliminarQue triste, y a la vez que tierno.
ResponderEliminarEs la priera vez qu evisito tu blog, he llegado aqui de casualidad, pero en hora buena porque me ha gustado lo que escribiste. Seguiré pasando.
Saludos.
loco como alguien te insultaria :S
ResponderEliminarMe gusto el relato mas porque el nene relaciona a su papa con cada avion que pasa
Gracias a Bagu y a Sheila por su visita y su comentario. Espero volver a verlas por aquí.
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