06 febrero 2009

Igualdad

Después de años de obsesión por mi carrera profesional y olvido del trabajo doméstico, me he dado cuenta de que yo también tengo que participar en las tareas del hogar. Que puedo y debo plancharme la ropa, limpiar el baño, poner la lavadora, fregar la loza o hacerme el desayuno y la cena. Sé que tengo que hacer la compra, mantener el orden dentro de casa, acicalar a los niños y, si surge el momento, por qué no limpiar también el polvo o los cristales. Después de años de quejas, lo he comprendido. Mi marido se va a poner muy contento.

26 comentarios:

  1. muy bueno xD aunque no sé por qué, me esperaba una sorpresa así al final.

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  2. Bueno, buenisimo. ¡Enhorabuena! Un abrazo.

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  3. Genial, muy bueno...
    Tienes que pasarte por mi blog, he escrito algo que creo que te gustará...

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  4. genial el texto, no me esperaba un final feliz xDDD bsos

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  5. ja, ja. Coincido con los anteriores comentaristas. El final resulta anecdótico, inesperado, bueno si es un final que no se espera.

    ¡Un fuerte abrazo!

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  6. Ahhhh, se lo tendré que comentar a mi mujer, aver si así atiende a razones, jejejeje.

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  7. Buenísimo, esa forma de jugar con el lector demuestra lo machistas que somos.

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  8. Muy bueno. Y, como siempre, en los finales la estocada es certera.

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  9. En fin... uno no sabe qué decir ante tantas buenas palabras. Muchas gracias a todos.

    Txispas, en cuento tenga un ratito me paso por tu blog.

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  10. Si muchas personas (hombres y mujeres) entendieran esto a tiempo. Cuantas disputas evitariamos¡ Además, entre dos, rebajamos la pena a la mitad.

    Excelente, como siempre

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  11. Me sumo a todos y cada uno de los comentarios de los lectores. Saludos.

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  12. Anuskirrum, cuánta razón tienes. Entre dos es sólo la mitad.

    Manchas, un abrazo y gracias por venir.

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  13. Me ha encantado, como todos los que he leído (creo que me he enganchado y ahora soy hiperbrevedependiente...).

    Te ficho para poder seguirte.

    Un saludo!

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  14. Gracias, Sirvi, bienvenida a la hiperbrevedependencia... jejeje

    ¡Ya estás fichada!

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  15. He esperado varios días.

    Nadie ha pensado en una pareja homosexual masculina,
    para que el relato sea mas verosímil.

    Y no ciencia ficción por ahora.

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  16. Jeje... R.Sánchez, eres muy observador. Te mereces un diez. La verdad es que el relato está hecho adrede con esa ambigüedad, y por eso se titula igualdad. Tendemos a imaginar a una mujer con actitudes machistas, pero, efectivamente, el narrador puede ser también un varón homosexual cansado de la actitud de su marido.

    Igualdad es por tanto aplicable a la relación entre ambos sexos, pero también a que las "nuevas" parejas homosexuales son iguales que las "viejas" heterosexuales. Iguales y con idénticos problemas a causa de un machismo que no conoce fronteras de sexos.

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  17. Me ha gustado, y coincido, eso sí, con el último comentario ;).

    Aun así, prefiero otros, como el del naúfrago de ahce un par de entradas, también genial :)

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  18. Ala, ala, ala... Dando la vuelta a la tortilla, jajaja. Y yo que esperaba la confirmación de que era un hombre. Me gusta, casi me siento identificada, casi.

    Besazos.

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  19. cada uno puede elegir la voz: una mujer o un hombre. Al gusto del lector.

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