Confíe en mí. Usted sólo tendrá que aportar una respetable cantidad de dinero y en el plazo de unos meses podrá multiplicar por cinco sus ganancias. Todo limpio, todo legal, todo con luz y taquígrafos. No se preocupe de nada, usted limítese a hacer la transferencia y a esperar sentado. Éste es un negocio seguro. ¿Pero por qué me mira así? No sea prejuicioso, sólo son dos cuernos y yo no le he dicho nada a usted de sus alas.En una época donde triunfa lo audiovisual y el tiempo es un bien escaso, los microrrelatos actualizan la tradición del cuento y ofrecen grandes historias en sólo unos segundos de lectura. En estos tiempos de escasez de tiempo, algunos optamos por la brevedad como forma de expresión, aunque las palabras justas de las historias breves requieran amor desmedido por la concisión.
13 marzo 2009
Negocios
Confíe en mí. Usted sólo tendrá que aportar una respetable cantidad de dinero y en el plazo de unos meses podrá multiplicar por cinco sus ganancias. Todo limpio, todo legal, todo con luz y taquígrafos. No se preocupe de nada, usted limítese a hacer la transferencia y a esperar sentado. Éste es un negocio seguro. ¿Pero por qué me mira así? No sea prejuicioso, sólo son dos cuernos y yo no le he dicho nada a usted de sus alas.
como decía una canción: "tú vende tu alma y yo te hago de diablo"
ResponderEliminar:)
Al de los cuernos le gusta provocar constantemente, aprovechando las debilidades del ser humano. En muchos casos hace el "negocio" en otros, menos mal, se le abrasan los cuernos esperando.
ResponderEliminarUn saludo, muchas gracias.
A mí me propuso un negocio de ese tipo uno con unas alas y tampoco me fié.
ResponderEliminarUn saludo.
jejeje me encanta
ResponderEliminarVivan los negocios piramidales. El mejor ejemplo está en Egipto.
ResponderEliminarla vida misma, jajjajaa
ResponderEliminarSí lo de siempre duros a cuatro pesetas, y lo peor es que seguimos cayendo.jajaja
ResponderEliminarCentrifugado, ¿qué canción es?
ResponderEliminarAnuskirrum, ¡ay nuestras debilidades! Especialmente las económicas. ¿El dinero no será el diablo?
Marido, Hydro, duros a cuatro pesetas ni los hay, ni los hubo. Stultifer, ahí siguen las pirámides, desde hace siglos, y la gente todavía sin enterarse.
Gracias, Sero y Txispas. Un saludo y un abrazo a todos.
Lo mejor, la última frase :)
ResponderEliminarA algunos no se le ven los cuernos y a otros no se les ven las alas, algunos parece q tuvieran alas pero en realidad son cuernos!!
ResponderEliminarHay q tener cuidado
Gracias, Lala, de eso se trata... de sorprender un poco al final.
ResponderEliminarCarlos, tienes toda la razón y de eso también va este microrrelato.
Nunca llueve a gusto de todos, ni eternamente: hay una crítica... sorprendente... :):)
ResponderEliminarDoc,
Crítico.
Gracias Doctor, las críticas siempre son saludables.
ResponderEliminarQuien da duros a cuatro pesetas... no hablemos ni de alas ni de cuernos, sino de vendas.
ResponderEliminarMucho diablo suelto... y poco ángel
ResponderEliminarFénix, cuidado con las vendas que regala la avaricia.
ResponderEliminarMTLG, mira como lo sabes...
Raúl, me ha encantado el cuento. Tal vez la ilustración me ha quitado la sorpresa del final. Una lástima porque el relato está exquisito.
ResponderEliminarEsteban, ya veo que eres bastante perspicaz y te fijas mucho en la ilustración. La verdad es que trato de que la ilustración complemente, aunque sin llegar a chafar la sorpresa. Tomo nota, trataré de ser más críptico.
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