Suicidio asistido
Al noble reo condenado a cadena perpetua, el Rey le concedió una gracia inusual: podría elegir la manera de quitarse la vida, si prefería adelantar su castigo eterno. Descartados el veneno, la horca, la sangría, la guillotina y el despeñamiento, el joven caído en desgracia recordó el haraquiri japonés. El propio monarca le entregó, sonriente y expectante, la afilada espada. Con un rápido gesto, el reo procedió al desentrañamiento. Al Rey ni le dio tiempo de agarrarse las tripas.
Al noble reo condenado a cadena perpetua, el Rey le concedió una gracia inusual: podría elegir la manera de quitarse la vida, si prefería adelantar su castigo eterno. Descartados el veneno, la horca, la sangría, la guillotina y el despeñamiento, el joven caído en desgracia recordó el haraquiri japonés. El propio monarca le entregó, sonriente y expectante, la afilada espada. Con un rápido gesto, el reo procedió al desentrañamiento. Al Rey ni le dio tiempo de agarrarse las tripas.
Un poco gore sí que es.
ResponderEliminarY tan gore, como que me han salpicado unas cuántas gotas de sangre en mi cara
ResponderEliminar! jajjaja
Menos mal que el haraquiri era poético...
Un saludo indio
Raúl
ResponderEliminarEs gore, genial, visceral,y el Rey se lo merecía.
Besito.
Está visto que la sangre fría puede sacarnos de un mal apuro. En este caso, el Rey no puede quejarse de su súbdito, pues éste se preocupó de procurarle una muerte que probablemente, de ser natural, no hubiese sido tan honrosa.
ResponderEliminarMurió por sorpresa, sonriente y expectante, que más quiere?
Muy bueno Raúl, gore pero muy ingenioso.
Un saludo
bueno a lo mejor y era un pesimo monarca!! al rato y al preso hasta lo provieron a rey o heroe nacional!!
ResponderEliminarMagnifico su excelencia!!!
una preguntica... que es gore??
Como siempre, estupendo, Raúl.
ResponderEliminarAprovecho para desearte mucha suerte en los premios 20 blogs (aunque sé que no la necesitas), jejeje.
Un saludo.
Gore es un término anglosajón que hace referencia a algo sangriento, como algunas películas de serie B.
ResponderEliminarSiento la salpicadura, no comments. Otro saludo indio: hau (¿era así?).
Clara, te confieso que yo también opino que el Rey se lo merecía. Un abrazo.
Anuskirrum, no había reparado en ello, pero probablemente tengas razón.
Carlos, seguro que era un pésimo monarca (lo de proponer el suicidio al reo es una muestra de sadismo y crueldad). No sé si le cederían el trono, pero al menos podría marcharse de este mundo satisfecho con su buena obra.
Muchas gracias, Marido.
Vaya monarca tan inocente: entregarle una espada al reo sin estar a cubierto. Se lo merece, por tonto. Por cierto, entre todas las posibilidades de suicidio que apuntabas, prefiero la sangría. Litros y litros de sangría. Bueno el relato, aunque un tanto previsible. Suerte en los premios.
ResponderEliminarSaludos lelos!!!
El rey no sabia q se enfrentaba a un auentico samurai y ante su ingenuidad cayó delante de su propio castigo jajajaja (imaginando personajes)
ResponderEliminarM encanta!!!
Saludos de la chica.
Fuerte! me encanto que no pierde el ritmo en ningun momento...
ResponderEliminarGran manera de llevar la tensión, felicitaciones
Besos!
Muy bueno, brillante.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Kutxi.
Víctor, en mi cabeza ese monarca era cruel, despiadado y algo sádico. Le entrega la espada cegado por el placer de presenciar un atroz suicidio. Un poco tonto sí que fue. La verdad.
ResponderEliminarIsabel, me encanta que inventes sobre lo inventado. ¿Un samurai? ¿Por qué no? Si hasta Tom Cruise lo fue.
Romina, me alegro de que disfrutaras con el ritmo de la historia. Pretendía que fuera uno de sus fuertes.
Kutxi, otro abrazo para ti. Y gracias por tus exageraciones.
Espero que no haya sufrido mucho..hummm aunque pensandolo mejor, eso le pasó por sádico y mirón.
ResponderEliminarOs recomiendo "El lobo solitario y su cachorro".
ResponderEliminarEso sí que es un samurai...
Y tal.
Soy un nuevo seguidor tuyo. Disfruto con tus microrrelatos, que considero geniales. Éste...también, cómo no, con final inesperado, que es lo mejor del texto.
ResponderEliminarSaludos,
Internautilus
PS: te invito a visitar mi blog: www.internautilus.es
Me encantó el texto. Me dio un poco de pena la inocencia del rey para entregarle con total confianza la espada.
ResponderEliminarSaludos!
Se lo merecía, Eduardo.
ResponderEliminarLo apunto, Citopensis, pero es un libro o una película.
Bienvenido, Internautilus, y muchas gracias por dedicar una parte de tu teimpo a leer estas pequeñas historias. Enseguida me paso por tu blog.
Cartero, eres un sentimental.
Me ha parecido interesante tu blog, lo comence a seguiry d hecho he votado por él, en los premios 20blogs.
ResponderEliminarMucha suerte y exitos.
Hola, buen relato. De paso, gracias por visitar mi blog y desearme suerte, pero creo que ante la poca (ninguna) votación, pues no voy necesitar suerte, será la próxima. Ya agregué esta bitácora a mis enlaces y he de seguirla, chaito.
ResponderEliminarSi que es un sangriento el relato y gráfico, sobretodo cuando dicen que no le dio tiempo de agarrarse las tripas.
ResponderEliminarNo es por nada pero que rey tan p3ndej0!!....
Un saludo gracias por pasar por mi blog.
Ala... que bien un blog que ya habia visitado antes del concurso de 20 no se que... eso es bueno como referencia, muy buen blog compañero
ResponderEliminarKanno
Muy bueno!
ResponderEliminarGracias, Infragon, espero que siga viéndote por aquí.
ResponderEliminarDavid, anímate, que por lo menos lograrás visitas y nuevos lectores.
Murdocke, un poco pendejo sí que era...
Gracias a Anónimo (por volver) y a Salvador.
Ese rey si que había visto pocas películas de suspenso! Muy buen relato!
ResponderEliminarRaúl, aunque ni lo sepas, sigo siendo la primera en leerte.
ResponderEliminarSólo que prefiero callar que hacer comentarios ininteligibles o sin demasiado sentido.
Prefiero secundar la acertada visión de la siempre lúcida Anuskirrum.
Seguro que triunfas en el "Premio 20 mejores blogs".
Es un manga japonés de 20 tomos y 500 páginas cada tomo... pero magnífico (busca referencias en "google").
ResponderEliminarTambién está muy bien "El árbol que da sombra".
Qué grande.
ResponderEliminarNo se llama harakiri, sinó seppuku.
ResponderEliminarNo hay que fiarse, hay que estar alerta.
ResponderEliminarbuena mini