15 enero 2010

Líneas

En el país donde la gente vive rodeada de líneas, casi todo está permitido. Se puede hablar, protestar, jugar, trabajar, descansar, participar, amar, odiar, crear, destruir e, incluso, votar. En el país donde la gente vive rodeada de líneas, lo importante es no traspasarlas.

19 comentarios:

  1. Y yo diría que en ese país de las líneas sólo los valientes, los que se atreven a trasparsarlas, triunfan. Aunque no siempre, claro.

    Un saludo indio

    ResponderEliminar
  2. hay quienes lo hacen para bien y otros para mal que no respetan las lineas y abusan del poder...

    Saludos desde Venezuela

    ResponderEliminar
  3. Las líneas, son cárceles individuales, han dividido a las mundo , y a la raza humana misma.
    Creo que tu escrito magnífico podría globalizarse.

    IMAGINA UN MUNDO SIN FRONTERAS (el sueño hecho añicos de John...)

    Un beso enorme.



    SIL

    ResponderEliminar
  4. Fe de erratas:
    léase AL dónde dice A LAS.
    Gracias...

    ResponderEliminar
  5. Lo peor de las líneas son la autolíneas, es decir, la autocensura, el pensar que como hay líneas, mejor no arriesgarse a traspasarlas. Seguiríamos en la Edad Media si no hubiera valientes en la Historia de Humanidad.

    ResponderEliminar
  6. una maravilla, debo decir que tus últimos microrrelatos no me supieron a 10, pero este sí. Con que poco logras tanto.

    Y que decir del ritmo del texto...
    solo hay que leerlo lentamente para saber lo bien escrito que está.

    ResponderEliminar
  7. Pues a traspasarlas !

    Muy bueno, Raúl. Has despertado en nosotros nobles instintos transgresores jeje

    Saluditos
    Merce

    ResponderEliminar
  8. No Comments, como bien apunta Sil, se habla de un país, pero podríamos hablar del mundo. En efecto, los valientes se atreven a traspasar ciertas líneas y asumen las consecuencias de ello. Gracias a su osadía, quizá logremos eliminar algunas... pero no creo que todas.

    Murdocke, en Venezuela saben bastante de este asunto de las líneas, me parece. Y apuntas algo interesante: no todas tienen que ser negativas, ni todos los transgresores positivos.

    Sil, qué pena los que dividen, qué hermoso mensaje el de Imagine.

    Manu abunda en el papel de los valientes y eso es muy cierto, aunque en estos tiempos de crisis me invada un pesimismo borreguil.

    Gracias Daniel por tu crítica. Eres incisivo para lo bueno y para lo malo.

    Me alegro Merce... pero cuidado. Jejeje.

    Este microrrelato tenía una última línea que hacía referencia al "cuento de la libertad". La suprimí.

    ResponderEliminar
  9. Magistral. Esa libertad llega hasta donde tensa la cadena que llevas atada al cuello.

    ResponderEliminar
  10. Muy buena idea, Ráúl, y muy bien escrita, pero lo que me gusta más particularmente es la metáfora acerca de las limitaciones humanas. Se necesita agudeza para llegar a eso, y tú, afortunadamente, la tienes de sobra.

    ResponderEliminar
  11. Gracias Micro y gracias Esteban. Nos seguimos leyendo.

    ResponderEliminar
  12. Muy bueno. Aunque veo que lo entendí de otra forma, me pareció más como el dicho: Tu libertad termina donde empieza la del otro. Pero bueno, gran relato como siempre.


    Nos leemos.

    ResponderEliminar
  13. Sav, y lo puedes entender así también, ¿por qué no?

    Gracias, acuática.

    ResponderEliminar
  14. Me ha gustado. Deja una sonrisa y una invitación a la reflexión.

    ResponderEliminar
  15. Me alegro de que te invitara a sonreír y a reflexionar, Jesús, eso es lo más importante.

    ResponderEliminar
  16. Muy sugerente... invita como alguien ha dicho a la reflexión. Lo que no es poco.
    Nunca defraudan tus "hiperbreves"... Muy bueno.

    ResponderEliminar
  17. Gracias Narbona... pero los que nunca defraudan aquí son los lectores.

    Muchas gracias a todos.

    ResponderEliminar