Allí estaba. Linda. Voluminosa, jugosa y al punto. Tras un breve periodo de contemplación, el cliente encadenó dos potentes mordidas seguidas de un masticado a la desesperada. Su cara de placer vía gula se transformó en un instante. Pasó de la extrañeza a la sorpresa y enseguida vino la mueca de asco. De entre los dientes y la lengua se sacó un enorme pelo humano. Rápidamente se dirigió a la culpable. Sólo tuvo que enseñarle la muestra capilar. La chica enrojeció de inmediato y sintió que le flaqueaban las piernas. Su mundo se desmoronó en aquel instante. Miró de reojo el congelador lleno con 50 kilos de carne picada, recordó la larga historia y supo que podía perderlo todo. Todo por un pelo que no era suyo, sino de la hamburguesa.En una época donde triunfa lo audiovisual y el tiempo es un bien escaso, los microrrelatos actualizan la tradición del cuento y ofrecen grandes historias en sólo unos segundos de lectura. En estos tiempos de escasez de tiempo, algunos optamos por la brevedad como forma de expresión, aunque las palabras justas de las historias breves requieran amor desmedido por la concisión.
28 agosto 2010
Linda
Allí estaba. Linda. Voluminosa, jugosa y al punto. Tras un breve periodo de contemplación, el cliente encadenó dos potentes mordidas seguidas de un masticado a la desesperada. Su cara de placer vía gula se transformó en un instante. Pasó de la extrañeza a la sorpresa y enseguida vino la mueca de asco. De entre los dientes y la lengua se sacó un enorme pelo humano. Rápidamente se dirigió a la culpable. Sólo tuvo que enseñarle la muestra capilar. La chica enrojeció de inmediato y sintió que le flaqueaban las piernas. Su mundo se desmoronó en aquel instante. Miró de reojo el congelador lleno con 50 kilos de carne picada, recordó la larga historia y supo que podía perderlo todo. Todo por un pelo que no era suyo, sino de la hamburguesa.
Quizá debí confesar que agosto es mi mes de vacaciones, pero después de tanto caos y tanto incumplimiento bloguero, ya quedan sólo unos días. Disculpas amigos, aquí está la historia con mucho retraso. Y aún debo una semana. ¡Qué desastre!
ResponderEliminarMc´Canibal se llamaría el local¿?
ResponderEliminar¿Qué tenés que hacerle a una mujer para que te quiera hacer hamburguesa...?
Algo grave, seguro.
:)
GENIAL, Raúl.
Se te extrañaba.
SIL
está muy bien terminado, me gustó mucho. Te deja así con un buen sabor de boca.
ResponderEliminarCon un buen sabor de boca pero también con un pelo en ella, jajaja
ResponderEliminarUn saludo indio
Se le echaba de menos, caballero...
ResponderEliminarMonstruosamente sutil!
ResponderEliminarIncreiblemente bueno
ResponderEliminarA mí la idea me gustó, pero creo que se puede condensar/clarificar algo más. Nada, Raúl, que soy muy quisquilloso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jeje, me gustó lo del pelo que no era suya, crea un micro simpático.
ResponderEliminarUn saludo
Aquí en Argentina tuvimos un caso real: Emilia Basil. Fue difundido en la serie "Mujeres Asesinas".
ResponderEliminarSaludos.
Hola ¡
ResponderEliminarPermíteme presentarme soy Cleofé, administradora de una red de blogs, visité tu blog y está interesante, Me encantaría poner un link de tu blog en mi sitio web y así mis visitas puedan visitarlo también. Si estás de acuerdo no dudes en escribirme
cleofegarcia@hotmail.es
Éxitos con tu blog.
Un beso
Cleofé
Arrgggg!!!quien sabe lo q uno puede encontrarse!!!jajaja
ResponderEliminarSaludos de la chica tb d vuelta d agosto.
Mc Canibal o Mc Hannibal... jejeje. Gracias por estar siempre ahí, Sil, sos un sol.
ResponderEliminarGracias Daniel. Nos reencontramos tras el estío.
No comments, ¡cuánta razón tienes! Con un pelo y un secreto.
Gracias Centrifugado, yo también les echaba de menos. Trataré de ponerme al día tras este mes de casi ausencia virtual.
Gracias Peregrino, traté de ser sutil sin encriptarme en exceso.
Gracias Gin por el elogio excesivo.
Víctor, coincido contigo. Es un micro un poco extenso para lo que yo acostumbro. Y seguro que se puede pulir/podar más.
Anónima Mente, te gusta el humor negro... o más bien rojo.
Gracias Cleofé. No hay problema.
Saludos a la chica... ¡qué pena que agosto no dure 90 días! ¿verdad?
Un abrazo a todos
me trajo la película de Michael Douglas, un día de furia...
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