23 marzo 2012

Te llamo ahora

A lo peor le ha ocurrido algo. Un problema de salud, la llamada de un familiar en apuros, una urgencia de trabajo. A lo mejor simplemente se ha despistado, se ha liado con otra cosa y se le ha ido el santo al cielo. Tampoco me voy a poner dramática ni alarmista. Esto pasa. Es verdad que fue un poco de sopetón, pero vete tú a saber en qué estaba liado. Tampoco voy a insistir. Solo han pasado siete horas y ya le he hecho 39 llamadas perdidas, además de tropecientos Whatsapp. No tengo razón para preocuparme. Esto no es tan raro. Solo me respondió “te llamo ahora” cuando le dije que se casara conmigo.

16 marzo 2012

Lanzamiento

He contado en el suelo de caoba restos de hasta nueve botellas de Möet. En el fondo de la piscina deben quedar otras tantas. Algunas más en el jacuzzi panorámico y en la piscina interior. Mejor me olvido de inspeccionar los 30.000 metros cuadrados de jardines, y los 600 de la casita de invitados. Demasiada fiesta anoche. Preferiría apurar este habano y bajar un rato al garaje a acariciar las pieles de los Ferrari, el Bentley, el Rolls... pero la pantallita de la central domótica ya me ha dado el aviso. El Rolex marca las 8:30 horas y ya está aquí el jodido secretario judicial.

09 marzo 2012

Aquí

Déjame que te cuente que aquí todos te echan de menos. Que nadie ha podido olvidarte más allá de un rato. Y que sigues tan presente que siempre nos parece verte al doblar la esquina, al abrir la puerta, al escudriñar tras la ventana. Sigues aquí, aunque lloremos, aunque clamemos por tu regreso. No te has ido, aunque alguien te llevara tan lejos tanto tiempo. Sigues y seguirás aquí, aunque jamás volvamos a verte. Porque lo que se ama siempre, nunca desaparece del todo.

02 marzo 2012

Súper

Eres capaz de volar, de entrar y salir sin ser visto, de teletransportarte. Capaz de atravesar puertas y ventanas, de leer pensamientos, de desintegrar objetos. Capaz de doblarte como si fueras de goma, capaz de ver en la oscuridad, capaz de fulminar a tu adversario con la mirada. También sabes ser justo y valiente, proteger a los débiles y desafiar a los poderosos. Sabes cumplir y saltar normas. Sembrar felicidad con tus acciones. Yo jamás lo admitiré en tu presencia, pero hace tiempo que sé que tienes razón: con capa o sin ella, eres un pedazo de súper héroe.