Cuando el astronauta tocó tierra pensó que todo había terminado. Lástima que a cientos de kilómetros de la superficie del planeta un pequeño error de cálculo cambie tanto de tamaño. A los enawene nawe les gustó aquel deforme huevo blanco y le prepararon una cordial bienvenida al hombre pájaro. Cuando el jefe abrió la maloca, Sergéi dudó unos segundos antes de darse la vuelta y coger una piedra para destrozar el localizador vía satélite de su cápsula. Enseguida volvió, sonriente, a sentarse junto a la bella Keteoko.En una época donde triunfa lo audiovisual y el tiempo es un bien escaso, los microrrelatos actualizan la tradición del cuento y ofrecen grandes historias en sólo unos segundos de lectura. En estos tiempos de escasez de tiempo, algunos optamos por la brevedad como forma de expresión, aunque las palabras justas de las historias breves requieran amor desmedido por la concisión.
08 junio 2009
Destino
Cuando el astronauta tocó tierra pensó que todo había terminado. Lástima que a cientos de kilómetros de la superficie del planeta un pequeño error de cálculo cambie tanto de tamaño. A los enawene nawe les gustó aquel deforme huevo blanco y le prepararon una cordial bienvenida al hombre pájaro. Cuando el jefe abrió la maloca, Sergéi dudó unos segundos antes de darse la vuelta y coger una piedra para destrozar el localizador vía satélite de su cápsula. Enseguida volvió, sonriente, a sentarse junto a la bella Keteoko.
Muy bueno, en un principio creí que eran nombres inventados, pero lo de "enawene nawe" existe de verdad, un pueblo indígena que habita en la cuenca del el estado brasileño de Mato Grosso...¡!¡!
ResponderEliminarComo siempre sorprendiendo.
Un saludo No comments, me alegro de que te haya gustado. Respecto a los nombres, un secreto: siempre intento citar cosas reales.
ResponderEliminarEs un cuento bien particular.
ResponderEliminarincreiblemente excelente!!
ResponderEliminarSimpre q vengo los relatos son mejores cada vez, me pregunto q tanto se puede mejorar a uno mismo??
Y tanto que sorprendes...yo también pensaba que el nombrecito era inventado.
ResponderEliminarTienes "duende" para esto de la brevedad ;)
Pues yo tambien rompería el localizador.Saludos.
ResponderEliminarGracias, Esteban, y más gracias para Carlos, que me alegra el día con uno de esos maravillosos comentarios exagerados. La verdad es que uno intenta siempre contar historias interesantes, pero no siempre es posible...
ResponderEliminarUn saludo, Ada. Y otro para Hydro, que según veo prefiere la vida natural a la ultramodernidad espacial.
Cosas "reales" para alguien que escribe microrrelatos.
ResponderEliminarQuizá tú también seas un extraño en un lugar desconocido.
Buen relato (aunque no el mejor).
Un Saludo.
Hola Raúl pasó para avisarte que en la página "Abrapalabra", Guillermo Campos te ha plagiado el texto Extinción, cambiándole incluso el título por Dilema. La dirección es:
ResponderEliminarhttp://gcabrapalabra.blogspot.com/2009/05/dilema.html
También ha plagiado a Nana Rodríguez, Sandro Centurión, a mí, y no sé a cuántos más (y creo que ahora va a dar un taller literario o será ¿ladronario? Como sea, saludos y felicitaciones por el texto, es muy bueno.
Saludos.
Y quedarse para siempre en el lugar que sea si se llama "Destino". Yo también rompería lo que hiciera falta romper para quedarme en él.
ResponderEliminarSaluditos y buen finde...
Y SI DE LO BUENO BREVE, DOS VECES BUENO...
ResponderEliminarOJALÁ PUDIÉRAMOS ELEGIR ASÍ NUESTRO DESTINO Y YA....
BESOS HIPERBREVES...PARA NO DESENTONAR.
En donde sea la belleza femenina conquista eh?
ResponderEliminarBuen relato Raúl!
Saludos!
Saluditos a todos y muchas gracias a Gabriel por el soplo del plagio... la verdad es que hay gente para todo... qué triste.
ResponderEliminarEs curioso este sitio. Lo de los relatos breves está muy bien, a veces un par de lineas merecen más la pena que veinte páginas de letras.
ResponderEliminarUn saludo :)
Precioso relato. Coincido en la pertinencia de romper cualquier localizador.
ResponderEliminar¡Muy tierno!
Un saludo.