En una época donde triunfa lo audiovisual y el tiempo es un bien escaso, los microrrelatos actualizan la tradición del cuento y ofrecen grandes historias en sólo unos segundos de lectura. En estos tiempos de escasez de tiempo, algunos optamos por la brevedad como forma de expresión, aunque las palabras justas de las historias breves requieran amor desmedido por la concisión.
30 septiembre 2011
Abuelo
Aquel niño sin abuelo se aferró un día a la mano de los dedos huesudos. Juntos recorrieron un pedazo de sus vidas repleto de historias, cariño y sonrisas. El vínculo que no creó antes la sangre está ahora eternamente sellado con lágrimas.
Repito, palabras breves y un sentimiento de satisfacción tan inmenso por ellas. Saludos
ResponderEliminarGracias, Diego. Hay días en que no necesitamos escribir ficción. La vida siempre regala y quita cosas maravillosas.
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