¿Verdad que hace un día estupendo, cariño? mira que cielo más azul, mira que sol, mira que luz. Lo a gusto que estamos los dos ahora en este banco. El día está impresionante. Podría quedarme para siempre aquí, con este calorcito de mediodía. Contigo. Y mejor ahora me callo para disfrutar más de esto, pero recuérdame cuando anochezca que te cuente que ya no tengo trabajo.En una época donde triunfa lo audiovisual y el tiempo es un bien escaso, los microrrelatos actualizan la tradición del cuento y ofrecen grandes historias en sólo unos segundos de lectura. En estos tiempos de escasez de tiempo, algunos optamos por la brevedad como forma de expresión, aunque las palabras justas de las historias breves requieran amor desmedido por la concisión.
16 diciembre 2011
Al sol
¿Verdad que hace un día estupendo, cariño? mira que cielo más azul, mira que sol, mira que luz. Lo a gusto que estamos los dos ahora en este banco. El día está impresionante. Podría quedarme para siempre aquí, con este calorcito de mediodía. Contigo. Y mejor ahora me callo para disfrutar más de esto, pero recuérdame cuando anochezca que te cuente que ya no tengo trabajo.
Hablando de trabajo...
ResponderEliminar-Estoy preocupado por mi marido, se fue a una entrevista de trabajo hace horas y no sé nada de él.
-¿A qué se ha presentado ahora?
-A catador de un Rey.
Muy bueno, Juan Enrique... duro oficio el de catador real.
ResponderEliminarUn fondo triste para una imagen permanente, más allá de estos tiempos de crisis.
ResponderEliminarCon una muy buena consrucción de la escena, llegamos a ese final que no sorprende pero golpea.
Enhorabuena.
Un saludo,
Ja, que bueno. Si es que lo mejor es aprovechar lo que uno tiene de bueno en cada momento, porque si viene algo malo, viene solito y llega sin más.
ResponderEliminarSaludos
Carpe diem.
ResponderEliminarHay que ver el lado positivo de las cosas.
ResponderEliminarSaludos!!
Pintas una escena típica de Argentina hace 10 años. Por suerte aquí lo han sabido revertir.
ResponderEliminarSaludos.
Jejeje, la verdad que leyendo tus "historias", no puedo quedarme indiferente...
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