27 noviembre 2008

¡Mira, papá!

Cómo explicarle a Pedrito, que acaba de cumplir dos años, que su padre se quedó para siempre en aquel accidente de avión. Hace semanas que no lo ve, y no para de preguntar. Tú ya lo intentaste, con paciencia y muchas lágrimas, pero sólo has conseguido que Pedrito dé un salto y mire al cielo en cuanto escucha un avión. Sólo has conseguido que reaccione como un resorte ante los reactores, señale a las nubes y diga con una gran sonrisa: “¡Mira, papá!”. Gracias al niño encontraste la solución: lo que queda de la familia vive ya junto al aeropuerto. Allí donde papá siempre va y viene. Y Pedrito y tú pueden salir a verlo.

21 noviembre 2008

Instituto

En el instituto de enseñanza secundaria no sabía qué hacer con mi vida. Me limitaba a vivir, a sentir, a pasar por el mundo, a pasar del globo. En el instituto no sabía qué iba a ser de mí mañana, ni pasado mañana. Me limitaba a ser y estar, a levantarme y acostarme, con un día cualquiera de por medio. En el instituto no sabía que cada pequeña cosa que hacía, decía, escuchaba o aprendía me iba modelando. No sabía que lo que yo sería mañana se estaba construyendo ayer con trocitos que no parecían nada.

13 noviembre 2008

La Red

Una vez me contaron que las aguas del Mar Rojo se abrieron al paso de personas que huían, que una torre que debía llegar hasta el cielo dejó de construirse porque quienes la hacían dejaron de hablar la misma lengua, que un hombre salvó de un enorme diluvio a una pareja de cada especie de la Tierra, que alguien caminó sobre las aguas... Pero nadie me contó que un día, gracias a una máquina no divina, cualquier hombre de este planeta podría leer mis escritos, conversar conmigo o ver mi imagen desde lugares remotos. Nadie me contó que una red invisible uniría al mundo. Tampoco lo hubiera creído.

06 noviembre 2008

Cumpleaños

Han venido todos: mis amigos, mi familia, mis compañeros. Todos están felices, bromean, comen bocadillos de pan blandito y beben lo que les dejan. Su cántico me emociona: “Feliz, feliz en tu día, amiguito que dios te bendiga, que reine la paz en tu día y que cumplas muchos más...”. Los ojos se me llenan de lágrimas cuando me toca apagar las velas. Vaya pinta que tiene la tarta, lástima que sea tan sosa. Parece una tarta cualquiera, pero no, ésta es para diabéticos. Esto también parece un aniversario cualquiera, pero no lo es, hoy estamos de fiesta en el geriátrico y aquí somos cumpleaños profesionales.

02 noviembre 2008

Temor

En la soledad de un domingo, sentía temor. Detrás de la pantalla, miles de ratones decidían mi futuro.