Con un año y medio usabas tus juguetes para golpear a los niños. En el colegio siempre te castigaban por pegar a los enclenques. Del instituto te echaron por darle un puñetazo al profesor y por dos patadas mal dadas saliste del módulo de garantía social. En el gimnasio mejoraste tu estilo y en el barrio aplicaste tus dotes para el estacazo gratuito. Tus marchas terminaron siempre a la piña limpia, y la piba, que te respeta, también ha recibido lo suyo "por lista". La otra noche se te fue la mano y estás por décima vez ante el juez, hoy acusado de asesinato. Cuando te pregunta si tienes algo que decir en tu defensa, no se te ocurre nada, pero si tuvieras las manos libres le darías dos hostias.
11 diciembre 2008
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19 comentarios:
y los hay a montones
Triste aterrador y real...¿de quien es la culpa? Da igual de quien sea...que se lo pregunten a las victimas, a esas que ya no pueden hablar.
Una brutal radiografía de una realidad no solo virtual.
Lamentablemente, el lenguaje de la violencia es el único que conocen algunos. Y nuestra sociedad tampoco parece dispuesta a plantarle cara al problema de una forma más contundente.
En el colegio Santa Ana de Fraga (Huesca) una profesora ha querido hacer entender a una niña de 6 años que es malo pinchar con un lapiz la manita de una de sus compañeras de clase, ya que eso es una agresión y hay que ser buena persona en la vida.
La profesora le enseñó pichandole catorce veces en las manos con un lápiz afilado, y dejando las catorce heridas.
Su madre, tras denunciar al colegio y a la profesora sólo tenía dos palabras en la boca: ¿Catorce veces?
Me ha encantado, como todo lo que escribes en el blog :-) Te sigo desde hace tiempo y por ello te he concedido el premio "I love your blog". Pásate por mi blog para recoger el testigo ^_^
Hay que combatir de manera más contundente este tipo de agresiones, cualquier tipo de violencia me indigna, pero pegar a una mujer es lo último.
La violencia es terrible. El odio a las personas es terible!
Se tiene que trabajar sumamente duro para cambiar una mentalidad así.
Nautilus, mil gracias por el premio, aunque el agradecimiento ya te lo he dejado en tu blog, que es donde toca.
Stultifer, pones el dedo en la llaga. La educación es la clave, la que recibimos en casa y fuera del hogar. Respecto al caso que comentas, no conozco los detalles.
A DAC le doy toda la razón. Somos demasiado tolerantes con los violentos.
A La Morada, una confesión: la violencia es una de las cosas que más me entristecen y más me indignan.
Me gusta la composición del texto. Deja al lector caer en la reflexión. Tú simplemente lanzas la idea, pero con mucha intención.
Apareces en mi blog en la sección blogs de interés. El contenido lo merece. Un saludo
Gracias Ciudadano 88, te agradezco el elogio y el detalle. Espero verte más por aquí. Yo me pasaré pronto por tu blog.
Tremendo caso en que la cobardía y la violencia se aunan para el drama.
La justicia será justa solo cuando pueda proteger a las víctimas, mediante la aplicación de condenas mas severas.
Coincido con los comentarios, cuanto dolor causa esta maldita rutina de violencia.
Ana
por décima vez saldrá a la calle.
¡olé el misterio de la justicia!
Si esto no fuera un cuento, LV, tendrías toda la razón. En 3 o 4 años ya estaría en la calle. Una pena.
Genial. Descrubí este blog por casualidad. Me parece toda una genialidad. Me encantan tus textos. animo y a seguir
La violencia no es una "enfermedad" es una actitud, que puede hacer la sociedad con este tipo de personas? ese es el problema...
saludos
Dime la verdad, eso lo escribes refiriendote a un violento cualquiera o tiene algo que ver con el famoso Batu de las Palmas cuya foto has subido al post????
La verdad es que va de un violento cualquiera, lo del Batu es un ejemplo, un icono, digamos, que encajaba muy bien en este relato. Pero no está pensado en él, más bien está inspirado en los que mataron recientemente en Las Palmas a Iván Robaina, aunque se trata de algo más genérico, que quiere ir más allá de casos puntuales.
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