En una época donde triunfa lo audiovisual y el tiempo es un bien escaso, los microrrelatos actualizan la tradición del cuento y ofrecen grandes historias en sólo unos segundos de lectura. En estos tiempos de escasez de tiempo, algunos optamos por la brevedad como forma de expresión, aunque las palabras justas de las historias breves requieran amor desmedido por la concisión.
Conocí a Matías cuando tenía por lo menos cinco años. Siempre jugábamos a los exploradores, nos hacíamos detectives, conducíamos naves espaciales y hablábamos mucho por la noche antes de dormir. Matías me ayudaba cuando veía las arañas por el techo y el cuarto se llenaba de bichos. Era mi mejor amigo, pero el día que mi tío me dijo que me iba a contar un secreto importante, Matías se quedó por fuera de la habitación. Cuando salí llorando, había desaparecido para siempre.
El fuego salta impulsado por el viento y consume aleatoriamente las copas de los árboles. Por el suelo, una desordenada infantería de llamas arrasa el resto. Lo que empezó como una pequeña chispa se ha convertido en un enorme infierno. Las sirenas y el ruido de los motores se mezclan con el constante chisporrotear de la destrucción. No hay control posible. Ha llegado la hora de que saques a tu cuadrilla de caras tiznadas de este cortafuegos. Querías trabajo, pero esta vez se te fue la mano.
Al noble reo condenado a cadena perpetua, el Rey le concedió una gracia inusual: podría elegir la manera de quitarse la vida, si prefería adelantar su castigo eterno. Descartados el veneno, la horca, la sangría, la guillotina y el despeñamiento, el joven caído en desgracia recordó el haraquiri japonés. El propio monarca le entregó, sonriente y expectante, la afilada espada. Con un rápido gesto, el reo procedió al desentrañamiento. Al Rey ni le dio tiempo de agarrarse las tripas.
Hoy tienes un mal día. Ha sido el calor. Ese maldito piso sin aire acondicionado. No has pegado ojo. Mañana te vas a comprar un ventilador. Hoy te toca trabajar. No te apetece. Estás cansado. Te lo explican rápido. Se marchan. Hoy te toca a ti. Se supone que sabes. Pero te equivocas gravemente. No pasa nada. Es un mal día. Mañana volverás. Tú no trabajas con personas.
Llevo meses pensando que me merezco unas vacaciones. Unos días de relax y desconexión. El trabajo me tiene desbordado y mi energía ya no es la misma. Necesito un descanso urgente. Por eso le llamo, general Ocampo, para ordenarle que revierta el orden constitucional durante al menos una semana. Saque los tanques y a mí me exilia de inmediato en República Dominicana.
"Y hete aquí uno de los mejores blogs de ficción recomendados este año por los internautas. Hiperbreves S.A. es una oda a las letras pensada para tiempos de ritmos vertiginosos", de la sección "Apunta el blog" del Diario Menorca
"Un breve mundo por descubrir. A todos los interesados, fascinados, envenenados por los hiperbreves y la literatura mínima. No dejéis de visitar y trastear en el blog Hiperbreves S.A. Qué gran trabajo el de Raúl Sánchez Quiles", una amable exageración del blogAtrapalabras.
"Si Baltasar Gracián viviera, se sentiría, cuando menos, honrado: Raúl Sánchez Quíles interpreta al pie de la letra su máxima de la brevedad", parte del texto de Salvador García Llanos publicado enGarciaenblog.
"Sánchez, con la habilidad propia de un cirujano de la palabra, disecciona en sus microrrelatos con precisión milimétrica cada rincón de la conducta humana", de La Ranilla titulada "Relatos contrarreloj", de Rafael Ben Abraham Barreto.
Premio Bloggers Arts
Otorgado por La Traición de la Luna
Premio al Mejor Blog del Día 9 de Diciembre de 2008
Orden del Stultifer de Oro
Premio Blog Fantasía
Otorgado por Médico del Alma
Premio Symbelmine
Otorgado por Pensamientos
Premio Drago de Oro
Otorgado por Pixel Informal
Premio I love your blog
concedido por www.nautilusloft.com
Premio otorgado por Nautilus Loft
Otorgado por el blog Soy consciente
Premio Este Blog es una Joya
Otorgado por el blog Asqueados, resentidos y otros malos bichos