23 octubre 2009

Anónimo consuelo

Los aires de grandeza me asfixian. Cumplido el medio siglo, ¿en qué arte podría triunfar? Ya me resigno: jamás seré una celebridad patria. Aunque, por otro lado, tengo mi casa en propiedad, agua caliente, saneamiento, nevera, cocina de gas y electricidad; tengo vehículo a motor, ropa en grandes cantidades, una despensa llena, seguro médico y posibles para viajar por el mundo varias veces al año. ¿Por qué envidiar entonces a tanto pobre desgraciado? Seguro que Cervantes, Béquer, Quevedo, Velázquez, Goya o El Greco se cambiarían ahora por mí.

25 comentarios:

SIL dijo...

Raúl, tengo que confesar... que quízás el protagonista de tu relato, TENGA RAZÓN ...

Los íconos que nombraste, al margen de sus genialidades, ¿habrán estado así de satisfechos...
o igual de felices ?

Me llegó esta idea, ojalá no esté cometiendo un error de interpretación.

Un beso enorme.

Wichi dijo...

Muchas veces no valoramos lo que tenemos y así nos va, aunque cuando lo perdemos lo echamos de menos y maldecimos mil y una vez, no haber disfrutado de lo perdido.

Gracias por este microcuento y por todos los demás, de los cuales soy fiel seguidor.

Víctor dijo...

Tienes razón, Raúl. ¿En qué consiste exactamente el triunfo? Cervantes en Lepanto, Quevedo desterrado... Yo también creo que hubieran preferido triunfar en vida, y no después de ella.

Un saludo.

Hiperbreves S.A. dijo...

Sil, no te equivocas, de eso se trata, tal y como apunta Víctor: "Triunfar en la vida y no después de ella". Sin embargo, este microrrelato tiene también otras interpretaciones, como la calidad de vida de la que disfrutamos en la actualidad en un país como España, a años luz de lo que pudieron disfrutar grandes personajes y no digamos ya monarcas de hace siglos. Somos unos privilegiados en muchos aspectos. Wichi abunda también en esa idea: no somos demasiado conscientes de lo que tenemos. Desde las comodidades hasta la paz concebida como la ausencia de guerra.

Anonima Mente dijo...

Lo de triunfar en la vida es tan relativo como personal, depende de la idiosincrasia de cada cual. ¿Acaso han triunfado los pintores que nombras en la vida y tú (yo, cualquiera) no? ¿quien otorga el título de ganador o/y perdedor????

Anonima Mente

mariajose dijo...

¿quien quiere aires de grandeza?
¿eso no es ansia de poder?
a mi gusto aires de grandeza es pisar a los que tienes por debajo de tí.
otra cosa es que seas grannnnde! en el don que te han dado en tu vida.
eso es genial!
pero vamos, para mi es grande estar como estás tú, que solo me falta el punto de los posibles para poder viajar por el mundo.
a mi con eso... me basta...
bueno y poder pisarle la cabeza a muchos politicos ¡con aires de grandeza!
saludos

mariajose dijo...

¿quien quiere aires de grandeza?
¿eso no es ansia de poder?
a mi gusto aires de grandeza es pisar a los que tienes por debajo de tí.
otra cosa es que seas grannnnde! en el don que te han dado en tu vida.
eso es genial!
pero vamos, para mi es grande estar como estás tú, que solo me falta el punto de los posibles para poder viajar por el mundo.
a mi con eso... me basta...
bueno y poder pisarle la cabeza a muchos politicos ¡con aires de grandeza!
saludos

techocolatecafe dijo...

Siempre me ha llamado la atención, la obsesión de las personas por salir del anonimato y ser célebres.La felicidad puede estar en tantas cosas tan alejadas de eso...Buena reflexión

Un saludo

Belén dijo...

Igual se quieren cambiar sólo por querer seguir vivos...

Besicos

Filoabpuerto dijo...

Yo creo que no se cambiarían por él, porque él es "pobre", "sólo" posee dinero....Ellos, en cambio, dotaron a sus vidas de un sentido: desplegar su talento artístico, aunque en su momennto no "cotizase en bolsa" en el caso de muchos como Van Gogh.

Saludillos
Merce

Citopensis dijo...

¿Qué significa éxito?

Sonrisa en la incertidumbre tal vez.

Y de eso los que nombras sabían un rato largo.

Y tal.

Hiperbreves S.A. dijo...

Anonima Mente, tienes razón, el triunfo es algo personal e intrasferible. Para algunos triunfar será ganar premios, pero para otros el triunfo estará en la felicidad cotidiana que puede producir un hijo, una pareja, un reto, un gesto solidario... Tal y como apunta Techocolatecafe.

Mariajose, a mí tampoco me gustan los aires de grandeza.

Muy aguda Belén... la vida es lo más importante y a veces no lo valoramos en su justa medida. Hoy decía una noticia que muere más gente por suicidio que por accidentes de tráfico.

Merce, el valor artístico de todos esos nombres es incuestionable, pero la crítica no va por ellos, sino por quienes están obsesionados con un triunfo glorioso que los convierta en inmortales.

Citopensis, "Sonrisa en la incertidumbre", ¡qué bueno! De eso saben mucho los valientes y los optimistas.

Sandra dijo...

Pues va a tener razón: si tiene lo básico (agua, comida, luz...), ¿para qué más? Pero puestos a triunfar, preferiría que fuese en vida que después de la muerte.

Isabel de León dijo...

Actualmente creo q cualquiera se cambiaria...jajaja

El reconocimiento...ese dificil trofeo...

Saludos de la chica q espera.

Sdw dijo...

He pensado en el "carácter cultural y temporal" del concepto de triunfo, más allá de lo estrictamente personal. Es diferente en otras culturas y en otras épocas...

Lu

Hiperbreves S.A. dijo...

Sandrita, en vida siempre, por si acaso.

Isabel, con la que está cayendo quizá sea cierto... jejeje

SDW, tienes toda la razón, no tiene nada que ver nuestro concepto con el de otras culturas quizá menos materialistas.

El Susurrador dijo...

También podríamos pensar en como vivirán otros en el futuro y puede, solo puede, que también desearíamos cambiarnos por ellos.

Un saludo.

narbona dijo...

Acertado pensamiento... Cuando oigo a mi alrededor a alguien resaltando "lo mal que está todo" me quedo mirándole de frente para a continuación preguntarle: "mal... ¿comparándonos con quienes?" Y es que para el gusano de la manzana ésta es el mundo entero.
Siempre he dicho que el dinero mejor empleado es el que uno gasta viajando. Porque nos da coordenadas y perpectivas sobre nuestra realidad y entorno inmediatos que, cuando menos, nos hacen reflexionar... y sobre todo: ¡¡cómo se van a pique los estereotipos...!!
Un saludo.

Hiperbreves S.A. dijo...

El Susurrador, creo que en el futuro siempre habrá más comodidades y adelantos. La calidad de vida crecerá, más en el primer mundo, pero confío en que crezca universalmente. Otra cosa son los cambios climáticos y las locuras humanas, claro. Por el bien de la humanidad, espero que en el futuro no nos envidien.

Me pasa como a ti, Narbona, veo demasiada queja sin fundamento. Aquí en Canarias, por ejemplo, veo mucho lamento en gente que no se acuerda que a sólo 200 kilómetros hay todo un continente donde se vive con décadas de retraso. Respecto a viajar, suscribo de pe a pa lo que diices.

Anónimo dijo...

"¿Por qué envidiar entonces a tanto pobre desgraciado?"
Envidiar, la verdadera plaga de nuestros días.
Desde luego si sintiera envidia sería por Bécquer, por sus poemas jamás igualados por otro mortal.
O por Goya, único e irreptible.
Porque la genialidad no se compra.
Lo demás, sí.
Saludos

Hiperbreves S.A. dijo...

Karen, evidentemente te has dado cuenta de algo muy importante: El protagonista es el fondo un ser envidioso, preso de sus aires de grandeza, que se consuela con lo que puede.

white shout! dijo...

Anónimo consuelo.
Común anhelo.

Caminante dijo...

Como ya veo -que- habéis elucubrudo antes... ellos, los realmente geniales no, necesariamente, se habrían cambiado ¿porqué hacerlo? si ellos vivieron Su Vida Como Quisieron, haciendo, dentro de Sus Posibles, lo que realmente les producía Satisfación, que No Fue Sólo el Dinero, los Elogios Ajenos, el Triunfo... como actualmente nos Han Enseñado Debe Entenderse... algo efímero pero Adulador Instántaneo.

Besos. Te vi en Filoabpuerto y tuve curiosidad. Besos. PAQUITA

Carmen dijo...

Me gustó... Me gusta como escribes en general.

Unknown dijo...

Ciertamente que los clásicos nombrados fueron triunfadores,y compartieron lo que había en sus mentes con nosotros,y su grandeza no se ha obsoletado con el paso del tiempo.Creo que ni ellos ni nosotros debemos envidiar un triunfo del mercado,pues con lo que leo en los escritos de todos nosotros,puedo detectar suficiente cacumen para que cualquiera fuésemos corredor de bolsa o algo así que nos colocase más arriba en el tablero económico;y sin embargo insistimos con las letras a sabiendas de que ésto posiblemente no conduzca a riquezas de dinero.
Ahora lo del anonimato,puede ser un espejismo que nos dicta el ego,o un ansia de justicia sin saciar,de cualquier manera,para muchos no deja de ser sofocante.