04 septiembre 2009

Homus tedious

Contra el tedio, la novedad. Contra la condena de lo cotidiano, la fuga de lo excepcional. El hombre maduro lo tenía claro: dejar atrás la rutina para buscar la felicidad en los días nuevos. Dicho y trecho. Cuando separó lo obligatorio de lo deseable, halló dos listas: una repleta y la otra vacía. Quiso cambiar de vida, pero fue imposible. Se había olvidado de disfrutar.

20 comentarios:

SIL dijo...

Raúl, tengo miedo de mirar mis dos listas...
Aplausos para esta entrada.
Un abrazo.

Hiperbreves S.A. dijo...

Todos tememos enfrentarnos a esas listas en algún momento de nuestras vidas.

Anónimo dijo...

Amparo...
En este relato, te has fumao un porro?
Me cuesta pillarlo...

www.mallorcafestival.com dijo...

Siempre intento mirar mis listas! las 2! y nunca dejarlas vacias, gracias!!!

Hiperbreves S.A. dijo...

Buena táctica, Mallorca, respecto al anónimo, pues no, no me he fumado nada... aunque creo que es un relato bastante evidente.

Citopensis dijo...

La mente de vacaciones suele empezar a escribir todo aquello que le apetece.

La mente que trabaja suele borrarlo con disimulo conforme desaparece el "yo" y aparece el "demás".

Quizás la vida se debería escribir como los periódicos... con varias columnas.

Jar.

Un saludo.

white shout! dijo...

Dió el primer paso.

Esteban Dublín dijo...

Tenebroso aquello de las listas. No sé cómo hacer para empezar a mirar y a aplicar una sin descuidar la otra. Mierda, Raúl, en el embrollo en que me has metido.

A.L.Zarapico dijo...

A más de uno le debe pasar eso.
Por cierto...aún se pueden encontrar rincones agradables en tu isla.Un saludo.

Martín Gardella dijo...

Creo que las listas serían igual de largas en mi caso... también es una buena razón para volver a empezar. Buen relato! Saludos

Deprisa dijo...

Eso nos sucede muy a menudo, olvidamos lo más importante, que siempre, siempre es disfrutar y nos perdemos entre vagos momentos de "y si yo hiciera esto" o "si yo hiciera aquello".

¡Carpe diem!

El Susurrador dijo...

En este caso, creo que he rebasado la línea en varias ocasiones. Siempre con una lista llena y la otra vacía, alternado ambas.
Jamás las he conseguido compensar.
Un buen micro que te invita a una larga reflexión.
Un abrazo.

JOSE dijo...

Creo que con el pasar de los años la lista de las cosas obligatorias se va llenando y la de las cosas que nos gustaria hacer se va vaciando. En la lucha contra ese desequilibrio esta nuestra felicidad.
Estimado amigo, en O Faro de Fisterra tienes un Premio a la Amistad esperando por ti.
Un abrazo desde Fisterra.

Anónimo dijo...

Joer, cuánto cuesta llenar una, la deseable, y qué fácil TE llenan la otra, la obligatoria.

Anónimo dijo...

Este blog ya empieza a pinchar...
1 actualización cada 15 días...

uiiiiiiii... qué mal vamos...

NuNa dijo...

qué cierto! (y qué trsite) yo por eso me he bajado una ya hecha de internet! jujuju si me olvido... haré lo que todo el mundo! :-P

Anónimo dijo...

Me quedo con lo deseable, sin duda; ya vacío rápidamente la lista de lo obligatorio, es cuestión de ponerse a ello...

Desde Radio blog. Besos. :) Reina

Cecy dijo...

Es cierto, se olvido de lo mas importante.
Suele ocurrir.
Se debería prestar mas atención.

Saludos.

Adela Abós dijo...

Jooo... un relato contundente y genial!

Unknown dijo...

Debatible y relativo.
Definir felicidad contiene infinitas variantes.
Unos exigen reír,otros lograr metas,y su santidad el Dalai Lama,nada.