29 mayo 2009

Toma acción

Maldita la hora en que me apunté a aquel taller literario. El maestro de letras resultó ser un divo, un crítico insolente y un pedante lector inabarcable. Qué otra cosa podía esperar cuando le presenté este microrrelato descriptivo, de trama inconclusa y final abierto. No se calló y convirtió el punto final en punto y seguido. Rompió la armonía a gritos: “¡Aquí no pasa nada, esto no es un relato!”. Pobre, fue lo último que dijo.

25 mayo 2009

Relatos x SMS

El piloto del bombardero B-52 siempre regresaba a la base con una enorme sonrisa. Pensaban que era un sádico, pero las bombas las tiraba al mar.

-o-

Llevamos 3 semanas en el sótano y empieza a faltar comida, pero lo peor es que los niños ya no se ríen. No aguantó más el cuento de los fuegos artificiales.

-o-

El francotirador vivía en paz. Nunca apuntaba a la gente.


-o-


PD: Textos presentados al certamen relatoscortosxsms.

22 mayo 2009

Coherencia

Constatado el error, el inexperto creador volvió a dimensionar las especies teniendo en cuenta su poder. Así fue como la Tierra se llenó de enormes seres extraños y minúsculos hombres menguantes.


PD: Otro para Minificciones

18 mayo 2009

Amario

Al paso de los toros, naciste rodeado de montevideanos. Escribiste con y sin nostalgia sobre la muerte y otras sorpresas, sobre despistes y franquezas, sobre el amor, las mujeres y la vida. Quién de nosotros no podría darte las gracias por el fuego, por tus geografías, por tus andamios, por la borra del café, por los poemas de oficina. Haciendo inventario, pido la tregua para, en un ejercicio de criterio, mirar dentro de tu buzón de tiempo. Allí están el desexilio y otras conjeturas de un hombre, testigo de sí mismo, que nos enseñó, en defensa propia, que el olvido está lleno de memoria o que la primavera tenía una esquina rota. La vida, ese paréntesis, te impidió existir todavía. A ti, maestro, que tanto te gustó vivir adrede.

15 mayo 2009

Castigo divino

Dios lo quiso. Fue su castigo para depravados, viciosos y gente de mal vivir. Dios lo quiso. Fue su manera de limpiar la tierra de pecado, de dar ejemplo, de marcar a los equívocos. Dios lo quiso. Tú siempre lo has sabido y por eso rezas. Llevas tres semanas de oraciones continuas. Aún no quieres hablar con tu confesor, ni con tu esposa, ni con tus siete hijos. Debe existir un error o ¿Dios lo quiso?

Texto presentado a Minificciones

11 mayo 2009

Asesino

Él es el asesino, pero nadie podrá averiguarlo jamás. No descuidó ni un detalle: no dejó huellas ni rastro de su ADN; el arma fue robada hace varios años y, a esa hora y en ese lugar, es imposible que existan testigos. Tampoco tiene un móvil racional y ni siquiera conocía a la víctima. Carece de antecedentes penales y su coartada la pueden corroborar varios policías. En el fondo, tampoco necesitaba nada de eso. Al inspector Domínguez, máximo responsable de la investigación del caso, lo tiene enfrente en cada espejo.

08 mayo 2009

Arpel

Siempre entran muy nerviosos, como asustados, y terminan escondiéndose durante días, sin comer ni casi beber, en el rincón más apartado de la zona sur. Nos rehúyen, pobres, ellos que se creen diferentes. Nunca pasan más de 14 días antes de que la piel les tranquilice. Soy yo, el veterano, el que al final los llama desde la puerta del barracón, ondeando mis tres dedos. Ya nos sabemos la historia: lo peor siempre son las dos primeras semanas en la leprosería.

04 mayo 2009

Sepultura

Suenan las campanas y todo el pueblo pone rumbo al funeral. La muerte siempre ha sido un acontecimiento social en esta aldea de montaña. Todos, de una manera u otra, tenemos que ver con los demás, por eso nadie falta a un velatorio ni a un funeral. Es ley de vida. Pero lo de hoy, este entierro, es algo terrible. Se nota en los ojos del cura. Se nota en mis ojos. Ha muerto Juan, el sepulturero. En el altar, llora el cura; en los bancos de la iglesia, abrazado a una pala, sólo quedo yo.

01 mayo 2009

H1N1

Sucio, sin apenas espacio para moverse, pasó su vida en un moderno campo de concentración. Sufrió aterrorizado el horror de la matanza sistemática de congéneres y, poco antes de que le llegara su hora, al fin pudo articular una febril venganza. Tras siglos de explotación, muerte y malos tratos, un minúsculo aliado puso la gran oportunidad al alcance de su pezuña hendida.