El tipo defendió siempre con vehemencia su respeto a la legislación vigente y su entrega desinteresada al bien común. Sus intervenciones y discursos estuvieron siempre marcados por las apelaciones a la ética y su estética; por continuas confesiones de honestidad, sacrificio y trabajo en beneficio de la comunidad. No cambió ni una coma cuando empezaron a llover investigaciones, pruebas, imputaciones y condenas en primera instancia. A pesar de todo, la gente no dejó de creer en su inocencia. La duda sólo llegó con el olor. Y ya nadie le creyó cuando abrió la boca y empezaron a moverse los gusanos.
08 octubre 2010
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11 comentarios:
¡Lo conozco!
Hablamos de?
Personaje harto conocido, si.
En fin...
A ver si los gusanos, acaban con él.
Un saludo
Muy bueno. No sé que personaje es pero parece que está en estado interno de putrefacción.
Un abrazo.
Gusanitos.
Eso está bien hombre.
El ser humano tramposo como perfecto simbionte de animales sin hueso que se nutren de carne ya muerta.
Muy bueno señor.
El pez por la boca muere,
y el demagogo también...
Beso enorme, Raúl
SIL
Y estaba sumamente muerto???
Me recuerda al dicho "que la boca se te llene de gusanos".
Saludos !
Pobres gusanos! Casi siempre son ciegos porque si supiesen lo que comen...
Todos conocemos al interfecto ese.
En Valencia pululan los gusanos a sus anchas.
Bauticen al personaje como quieran... aunque yo no pensé en retratar a ninguno concreto, pero sí a muchos posibles.
Los gusanos son muy delatores ....
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