25 diciembre 2009
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En una época donde triunfa lo audiovisual y el tiempo es un bien escaso, los microrrelatos actualizan la tradición del cuento y ofrecen grandes historias en sólo unos segundos de lectura. En estos tiempos de escasez de tiempo, algunos optamos por la brevedad como forma de expresión, aunque las palabras justas de las historias breves requieran amor desmedido por la concisión.
21 comentarios:
Valga este humilde microrrelato como homenaje y profundo agradecimiento al maestro José Saramago. En breve les contaré un secreto.
Guapo homenaje, Raúl.
Abrazos.
A la espera de éso que contarás, te dejo un beso y te digo que me ha encantado tu homenaje... (todos los que amamos la poesía, soñamos algún día con escribir ¨poemas posibles...¨)
SIL.
Normalmente los bichos raros guardan una genialidad que molesta...
Besicos
Gracias, Narbona.
Sil, ya les contaré en breve, como muy tarde el día 2 de enero.
Eso es cierto, Belén, lo preocupante es cuántos se quedan en el camino por la presión de quienes no entienden de genialidades.
Lo siento, Raúl, pero éste no me gustó. No le encuentro el qué. Y la imagen de Saramago le quita gran parte de la posible sorpresa final. ¿O quizás sólo fue una introducción a ese secreto?
Un saludo y pasa buenas fiestas.
Bonito homenaje.
Sencillo, pero profundo.
Cuenta, cuenta...
PAQUITA
Interesante planteo y homenaje...
Nunca pude leer a ese sr., definitivamente no hay buena relacion entre sus letras y yo...
besos!
La verdad es que esto es más un homenaje que un microrrelato... Lo asumo, aunque también trata de por qué no se debe cortar las alas a los niños.
Y el secreto ya se lo puedo contar. Resulta que un grupo de escritores de Tenerife, la mayoría periodistas (entre los que tengo el honor de incluirme), presentará el día 2 de enero de 2010 a las 20:30 horas en el Auditorio Teobaldo Power (La Orotava, Tenerife) el libro de cuentos "Desiderátum. 21 viajes a San Borondón". En esta publicación solidaria, porque sus beneficios se destinarán íntegramente a la Asociación de Padres de Personas con Autismo de Tenerife (Apanate), se incluyen 21 cuentos, relatos cortos y microrrelatos sobre el mito de la isla de San Borondón. Para el que no lo conozca, se trata de una isla que supuestamente aparece y desaparece en aguas de Canarias. Una isla misteriosa de la que se ha escrito mucho desde hace siglos.
Y el gran secreto es que José Saramago, todo un Premio Nobel de Literatura, colabora desinteresadamente con un cuento en este libro. Al principio le pedimos, casi sin esperanza, que escribiera el prólogo, pero en un alarde de humildad y compromiso, este escritor universal se sumó al proyecto con el cuento "A veces un mono basta". Como comprenderán, todos los que impulsamos ese proyecto estamos impresionados y eternamente agradecidos.
Por eso he querido rendirle un homenaje a este escritor, que gustos aparte, ha alcanzado la cima literaria sin olvidar al resto de los mortales. Y eso tiene más mérito aún.
Un millón de gracias, maestro José Saramago.
Vale, Raúl, esta vez te salvas porque la excusa es buena... Buena iniciativa. Que os vaya bien con el libro, aunque seguro que no os hace falta, con semejante colaborador.
Un saludo.
Siempre me ha gustado Saramago por su lucidez. La manera de contar realidades y fantasías es amigable, constructiva, a veces desconcertante. Ningún libro suyo me ha decepcionado.
Un saludo Raúl, y felicidades por ese Desiderátum, espero poder leerlo.
Gracias Víctor.
Saludos Anuskirrum, a ver si encuentro la forma de vender algunos ejemplares a través del blog, porque no creo que muchos ejemplares salgan de Canarias. La distribución es cosa nuestra.
Un abrazo a todos y muchas gracias por estar ahí.
Pedazo de regalo bidireccional.
Un saludo.
Y ¿feliz? navidad.
Acabo de descubrir tu blog y me parece de lo más interesante, como que le voy a echar algún que otro vistazo. Enhorabuena por tu verbo, un abrazo desde Andalucía y, ya puestos, feliz entrada al 2010!!!.
La verdad es que el regalo de Saramago es infinitamente más grande. Saludos, Citopensis.
Saludos, Rocío, y bienvenida. Espero que disfrutes con estas historias mínimas y que nos sigamos viendo por aquí.
Grande tu homenaje y grande tu blog.En este estado asquerosamente "beleinizado" da gusto encontrar tesoros como este.
Saludos.
Gracias Josep. El verdadero tesoro son los lectores con los que uno tropieza en esta red.
¡Ah! el gran Saramago… el gran José…
Qué bueno. Creo que de algún modo sigue siendo un niño descalzo. :-)
Bueno, hombre!
He leído uno solo libro del gran Jose Saramago, pero me encanté.
un saludo
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