“Escapa por tu vida, no mires atrás ni pares en toda esta llanura. Huye al monte”. Por el camino encuentras un reguero creciente de estatuas de sal. Hombres y mujeres blancos que te ven pasar dando la espalda a la perdida Sodoma. Pareces firme en tu propósito hasta que ves la sonrisa de la mujer de Lot, con la mirada fija en la ciudad impía. Te paras y no puedes contenerte. Sabes por qué lo hizo. Y lo haces. Merecía tu último beso.
15 abril 2011
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5 comentarios:
Hay cosas por las que vale la pena convertirse en una estatua de sal...
Cómo??! Sodoma fue destruida??!!
Yo sigo mirando atrás...
el beso último del amante de la mujer de Lot. Muy bueno.
Pecadores todos!!!y quien no???x un beso q lo cura todo...hasta yo m doy la vuelta!!
Saluditos de la chica salada.
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