No te gusta tu mujer, no te gusta tu trabajo, no te gusta tu familia, no te gusta tu jefe, no te gustan tus amigos, no te gusta tu casa, no te gusta tu barrio, no te gusta tu coche, no te gusta tu alcalde, no te gusta tu presidente, no te gusta tu país, no te gusta tu tele, no te gusta tu banco, no te gusta tu saldo, no te gusta noviembre, no te gusta tu ropa, no te gusta tu almohada, no te gusta tu cama, no te gusta tu cara, no te gusta tu vida. Te gustaría cambiar de vida, pero más fácil sería cambiar de gustos.
25 noviembre 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
¡Fantástico! ¿A cuántos conocemos que se sienten así?
Un saludo.
Es curioso ver que, muy a menudo, lo fácil es escoger el camino difícil. Un cuento genial!
G.
Ya te digo, sobre gustos no hay nada escrito.
Enorme tu cuento.
¿Pero entonces de que se van a quejar? este tipo de personas siempre necesitan un motivo para amargarse la vida. (y a los demás)
Sobre disgustos no hay nada escrito.
Y si no le gusta nada de lo que le rodea, no será que a lo mejor es otro?, otro con gustos diferentes?, porque a lo mejor lo que ha de cambiar, es así mismo y que se ponga otro, no?
Saludo con gusto.
Lo que tú le ofreces es la resignación. Creo, firmemente, en cambiar todo lo que no nos guste.
Pues a mí sí me gusta. Hola Raúl. Te he robado un cuentito de tu libro, Hiperbreves S.A. y lo he puesto en mi blog... Espero que no te disguste del todo. Un saludo. JUAN YANES
Publicar un comentario