De los errores se aprende, amigo Wilson, y estoy convencido de que los dirigentes del mundo no están dispuestos a permitir, de nuevo, la muerte absurda de millones de personas en decenas de países. La lección la hemos aprendido bien y, a pesar de que existan pesimistas como tú, las reglas del juego han cambiado y la opción de la paz y la política de alianzas se ha impuesto de forma definitiva. Las bombas y la destrucción masiva son ya herramientas del pasado. No hay nada que temer. El tiempo de las grandes guerras ha terminado. Bienvenido a la modernidad, al momento de la razón, la negociación y la política. Créeme, estamos en 1919 y tenemos todo el siglo XX por delante.
21 febrero 2008
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