19 marzo 2010

Sed

Casi muertos de sed. Sin metáforas. Sólo con bocas y pieles secas. Ojos hundidos. Náuseas, mareos y fatiga extrema. Perdidos en el desierto. Carcomidos por la rabia. Desconfiados. Enfrentados. Culpables ante el otro. Antes desesperados frente al milagro de la botella llena. Ahora en paz junto a la duna. Rígidos. Aferrados al cuello ajeno. Sin sed. Y la botella sola. Y llena.

16 comentarios:

Citopensis dijo...

La botella llena.

¿De qué?

Esa es la clave.

Un saludo.

David Baizabal dijo...

impresionante cómo al final podemos sacar lo peor de nosotros mismos, y peor: en vano.
MUy bueno.

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

no lo terminé de captar totalmente, aunque quede prendado por la frase aferrados al cuello ajeno.

Esteban Dublín dijo...

El final es impresionante. Sin metáforas.

Hiperbreves S.A. dijo...

Citopensis, tú siempre tan perspicaz... Espero que tuviera agua, porque como fuera aguarrás...

Baizabal ha dado en la clave. Esa es precisamente la idea que motivó este relato: lo peor de nosotros, el egoísmo más inútil.

Daniel, últimamente estoy un poco críptico. Si alguien no quiere que le destripe la historia que deje de leer... Daniel, la historia trata de dos personas enfrentadas que se matan por no compartir una botella de agua que les hubiera salvado la vida. Así de absurdo, así de humano.

Gracias Esteban por el inmenso y exagerado piropo.

Martín Gardella dijo...

El final incluye hasta una moraleja. Deberían aplicar la teoría del win-win. Me gustó! Saludos

Nel Morán dijo...

Tu agua me ha llegado. A mí no hace falta que me la destripes.

Blogsaludos

SIL dijo...

Y yo, que llego ya con la historia destripada,
debo decir que he leído una metáfora impactante y aterradora,
con tintes proféticos...
Ojalá esté equivocada, por el futuro de nuestros hijos, y la supervivencia de nuestra raza.

Besos enorme, Raúl.


SIL

Filoabpuerto dijo...

El agua está ahí, pero... si no hay sed...

volverá, me imagino, todas las necesidades regresan

Saludillos

Merce

Víctor dijo...

Muy buena mini, Raúl. Cuesta un poco de entender, pero cuando la pillas es demoledora.

Un saludo.

peregrinopurpura dijo...

Hola! Llegué a tu blog casi por casualidad (o causalidad). Me gustó mucho el estilo, así es que lo incluí entre mis favoritos.
Yo acabo de reestrenar mi blog, con la misma temática de las microficciones.
Espero te guste.

http://cuentosdelperegrinopurpura.blogspot.com/

Saludos desde Argentina!

Anuskirrum dijo...

Duro es imaginarlo, triste aceptarlo, que tendrá nuestra naturaleza que acepta la humillación del egoísmo.
Raúl, tremendo, para pensar.
Un saludo

Microrrelatos dijo...

Me pasó lo mismo que a Daniel. Lo cogí con la explicación. Saludos.

Acuática dijo...

Uy, yo interpreté otra cosa: que ambos hombres habían terminado con el agua de la botella y estaban frente a ella, muertos de sed, viéndola llena como consecuencia de un espejismo, pero sin abalanzarse a beber porque eran conscientes del ardid... En fin, que me he montado mi propia película, aunque para mí eso es lo guay de los micros: que en realidad no terminan en el punto final, sino en la imaginación de los lectores.
Un saludo!

Narom dijo...

como se nota que cada uno lee lo que quiere leer, yo me había ido por otro aldo (un poco más oscuro), pero luego de leer la aclaración, creo que deberé dejar un poco la luteartura de terror xD.

e todo caso buenos relatos, me gusta pasarme por aquí y por cierto primera vez que comento.

felicitaciones (estás en la categoría de mis "blogs para recomendar"

un abrazo

Hiperbreves S.A. dijo...

Martín, ¿la teoría del win-win? Explícamela, porque no tengo ni idea.

Gracias Adivin, Merce, Víctor y Microrrelatos -que complicado me he puesto últimamente-

Sil, hay un cortometraje de Eduardo Chapero Jackson que se titula "The end" y habla de un mundo donde el agua es un bien escasísimo. Duro, pero recomendable. Es un temor compartido, creo.

Peregrino, te visitaré. Peregrinaré por tu blog en breve.

Anuskirrum, el ser humano nunca dejará de decepcionarnos... ni de sorprendernos para bien.

Acuática, no me gusta explicar mi versión de los microrrelatos (aunque no pocos son varias posibles historias en uno) por lo que cuentas. Considero que tras escribirlos, le toca al lector terminarlos en su cabeza. Por cierto, el último micro casi lleva tu nombre.

Te digo lo mismo que a Acuática, Narom. Lo que pensaste también es correcto.