Centenares de sacerdotes católicos se manifiestan en las calles junto a miles de civiles para pedir el fin de una larga dictadura militar. Los curas desafían el toque de queda impuesto por los represores de los derechos y libertades del pueblo y ocupan la primera fila de las manifestaciones pacíficas. Entre disparos, bastonazos, botes de humo y gases lacrimógenos, los alzacuellos y las sotanas avanzan impasibles en pro de la libertad de la gente humilde.
09 octubre 2007
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