Ese señor siempre me sonríe y me regala caramelos al salir del colegio. Es muy simpático porque siempre me pellizca un cachete y me dice niña guapa. Ayer me regaló una muñeca Bratz, pero dijo que no se lo contara a nadie, que era un secreto. No quiere que nadie sepa que en su casa tiene un sótano lleno de juguetes porque se los pueden robar. Mi hermana mayor no es ladrona, así que le conté que hoy me va a llevar a coger el barco y el avión de los Polly Pocket. No roba pero es medio celosa y puso cara de chincha rabiña. Seguro que fue ella quien se chivó. Al salir de clase el señor me estaba esperando, pero cuando me subí a su coche aparecieron papá, mamá, la chivata y por lo menos diez policías con pistolas. Todo por unos simples Polly Pocket.
25 enero 2008
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1 comentario:
hola, mi nombre es berenice. escribo desde méxico.
es bastante breve, pero da señales de ser crudo y hasta degenerado. siempre me ha impresionado la forma como la sociedad "ve" que pasan estas cosas y nosotros, que somos la sociedad, seguimos sin tomar cartas al respecto... menos mal que la niña le tuvo confianza a la hermana, que si no... le ubieran costado muy caras esas Bratz...
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