28 junio 2007

Hypocrisis

Los violentos asistieron en masa en enero al primer Congreso de Soluciones Dialogadas que se celebró en Israel. Los ladrones acabaron en sólo 24 horas con todas las plazas disponibles en el Master de Respeto a la Propiedad Ajena, celebrado en febrero. Asesinos y verdugos coparon en marzo los asientos en el Foro Internacional de Apoyo a las Víctimas, mientras que los corruptos, tras sobornar a los legítimos propietarios de cada butaca, escucharon en silencio en abril la conferencia titulada “La política: una vocación de servicio público y un sacrificio personal y económico”. Los directores generales de las 100 empresas más contaminantes del planeta organizaron en mayo el II Simposio Conservacionista Tierra Verde, Mar Azul, Cielo Limpio. En junio, los titulares de las mayores fortunas europeas, asiáticas y americanas pusieron en marcha el Encuentro Planetario por un Reparto Justo de la Riqueza. Por supuesto, en julio nadie faltará al I Congreso Mundial sobre Coherencia.

Metamorfosis

Esta noche he crecido 25 centímetros de golpe. Mi piel ha cambiado de color, brilla y se ha cubierto en parte de plumas. Mi pelo se ha encrespado y coloreado como la cola de un pavo real. Mis ojos crecen, destacan en un marco oscuro y pasan en un suspiro del marrón al amarillo. Han cambiado tanto que ya no parecen mis ojos. La boca, que también ha crecido en grosor y volumen, encierra unos dientes repentinamente blancos y brillantes. Mis uñas, ahora convertidas en algo parecido a unas garras, tienen tonos púrpura con matices negro obsidiana. Cualquiera diría que ahora soy un monstruo, si no fuera por el tanga y las plataformas rosadas.

15 junio 2007

Comunica

Vuelves a marcar y comunica. Lo has intentado siete veces, siempre con el mismo sonido cansino y desesperante como respuesta. Pero tú no pierdes la esperanza. Vuelves a pulsar con fuerza y rapidez los nueve dígitos, contienes la respiración, pero regresa la maldita secuencia sonora. Firmas una tregua minúscula con el teléfono y te sientas durante apenas unos segundos, tiempo suficiente para hacer apuestas mentales sobre quién ocupará con su conversación banal esa línea de comunicación que tanto necesitas ahora. Cuando regresas a las teclas tienes una fe renovada, una ilusión infantil que se rompe con el mismo tu, tu, tu que has oído miles de veces. Necesitas hablar con él, contarle que siguen siendo un matrimonio sin patrimonio y pedirle que no le diga a su jefe en la cara todo lo que lleva años mascullando entre dientes. Necesitas decirle que te pusiste nerviosa y que, mirando el periódico de ayer, creíste que acababas de ganar la Primitiva de hoy.

08 junio 2007

La playa

La arena caliente te quema los pies cuando corres desde la toalla hasta el mar. El agua salada te moja la piel y alivia tu calor. Te sientes dichoso cuando hundes la cabeza bajo las olas y te dejas mecer por el vaivén eterno del océano. Naciste en las Islas Afortunadas. La arena caliente le quema los pies arrugados cuando corre desde el mar hacia algún refugio. El agua salada empapó y cuarteó su piel quemada por el sol. Se sintió dichoso cuando pudo sacar la cabeza sobre las olas, después de dejarse mecer durante días por el vaivén eterno del océano. Nació a 800 kilómetros de tu casa. Para ti, la playa es un lugar de ocio. Para él, la playa es el futuro. Cuando tú te adentras feliz en el mar azul, él emerge esperanzado tras las olas, con los ojos clavados en la tierra prometida.

01 junio 2007

Nokia N95

El policía flaco me da la quinta bofetada, mientras el gordo me sujeta del cuello y me clava su rodilla en el estómago. En el suelo recibo 10, 15 ó 20 patadas, que para contar estoy yo ahora, y, por no hacerle caso a mi madre y no cortarme la melena, uno de los señores agentes me levanta tirándome de los pelos. Por puñetazos recibidos, parezco ya un saco de boxeo. Mientras la sangre contamina los sentidos del gusto y el olfato, las dos autoridades me preguntan a gritos de qué me río, si quiero recibir un poco más o si soy idiota. Por más golpes que me dan, a mí no se me puede borrar la sonrisa. Y es que cuando veo la lucecita minúscula de mi móvil Nokia N95 sobre la mesa de la sala de cacheos, apoyado estratégicamente en mi chaqueta, no puedo evitar la mueca de la alegría. Me costó 700 euros, pero qué es ahora el sueldo de un mes. Está tan bonito ahí, grabándolo todo en calidad DVD.