
26 diciembre 2008
Nochebuena

19 diciembre 2008
Hiperbreves S.A. recibe el Premio 20blogs al Mejor Blog de Ficción de 2008


17 diciembre 2008
Viví
Parió, nací, respiré, lloré, mamé, eructé, dormí, desperté, vi, oí, toqué, olí, cogí, comí, bebí, saboreé, sentí, sonreí, jugué, soñé, caminé, en
contré, hablé, temí, grité, canté, bailé, corrí, salté, rompí, pegué, tragué, vomité, crecí, pedí, di, robé, devolví, nadé, buceé, pinté, creé, construí, leí, escribí, sumé, resté, multipliqué, dividí, entendí, aplaudí, llegué, volví, marché, conversé, conocí, gocé, gemí, quise, sufrí, olvidé, compartí, escondí, mostré, trabajé, disfruté, agradecí, insistí, logré, fracasé, supe, amé, morí y lloraron.

11 diciembre 2008
Animal
Con un año y medio usabas tus juguetes para golpear a los niños. En el colegio siempre te castigaban por pegar a los enclenques. Del instituto te echaron por darle un puñeta
zo al profesor y por dos patadas mal dadas saliste del módulo de garantía social. En el gimnasio mejoraste tu estilo y en el barrio aplicaste tus dotes para el estacazo gratuito. Tus marchas terminaron siempre a la piña limpia, y la piba, que te respeta, también ha recibido lo suyo "por lista". La otra noche se te fue la mano y estás por décima vez ante el juez, hoy acusado de asesinato. Cuando te pregunta si tienes algo que decir en tu defensa, no se te ocurre nada, pero si tuvieras las manos libres le darías dos hostias.

04 diciembre 2008
Alí y Ahmed

27 noviembre 2008
¡Mira, papá!

21 noviembre 2008
Instituto

13 noviembre 2008
La Red

06 noviembre 2008
Cumpleaños

02 noviembre 2008
Temor
31 octubre 2008
¿Bloguero?
El joven gafapasta se dirigió, con paso firme, a la oficina de la Agencia de Empleo. El funcionario desfasado lo miró de arriba abajo e inició un robótico interrogatorio que transcurrió sin incidentes hasta que:
-¿Profesión?
-Bloguero
-¿Profesión?
-Bloguero
-¿Bombero?
-No, bloguero
-¿Bloquero?
-No, bloguero, el que mantiene un blog.
El funcionario cansado y cansino lo miró inquisitivo y zanjó el asunto de forma poco convincente:
-Ya, ya...
En la solicitud, por supuesto, escribió: “profesión: bombero bloquero con conocimientos de bloc”.
PD: Este es un pequeño homenaje a los autores de los 4.517 blogs participantes en los Premios 20blogs.
-¿Profesión?

-Bloguero
-¿Profesión?
-Bloguero
-¿Bombero?
-No, bloguero
-¿Bloquero?
-No, bloguero, el que mantiene un blog.
El funcionario cansado y cansino lo miró inquisitivo y zanjó el asunto de forma poco convincente:
-Ya, ya...
En la solicitud, por supuesto, escribió: “profesión: bombero bloquero con conocimientos de bloc”.
PD: Este es un pequeño homenaje a los autores de los 4.517 blogs participantes en los Premios 20blogs.
28 octubre 2008
RIP en RED

26 octubre 2008
Scripta manent

20 octubre 2008
Y dar trigo

13 octubre 2008
La guerra

Olvido

29 septiembre 2008
¿Por eso?

19 septiembre 2008
Discurso
Excelentísimo señor presidente del Gobierno; ilustrísimos consejeros insulares y regionales; compañeros alcaldes y concejales; respetadas autoridades civiles, militares y religiosas; valiosos dirigentes empresariales; valorados prohombres de esta localidad y valoradas promujeres de este municipio; estimados asistentes, y queridos vecinos y vecina
s todos y todas. No tengo sino que expresar mi más sincera gratitud a todos por su presencia y paciencia. Disculpen mi brevedad, pero es que hoy he venido aquí únicamente a salir en la foto de mañana y desconozco el motivo o razón de tan ilustre reunión. Saludos y, sobre todo, ¿alguien sabe a qué hora pasan los canapeses?

13 septiembre 2008
B.P.
Hace nada escuchaste gritos y sirenas en una calle cercana. No le diste importancia, pero ahora sientes ese vacío en la boca del estómago y un dolor agudo que va de un lado al otro de tu cuerpo. Es como si te hubieran atravesado con un florete incandescente, quemando la carne a
su paso. Aún percibes esa quemazón interna cuando reparas en la creciente debilidad de tu cuerpo. Te cuesta abrir los ojos, casi no puedes levantar la mano y, aunque logras abrir la boca, no consigues decir nada. Se te escapan las fuerzas mientras tratas de mirar por el espejo retrovisor. Una mancha oscura ha aparecido en tu camisa. Dos hombres pasan corriendo junto a tu coche. Huyen de tres policías. El agente más joven les dispara. Luego te mira y hace una mueca. Sabe que él te pegó el tiro.

28 agosto 2008
La medalla
Tanto que te costó conseguirla, tanto trabajo y sacrificio ahora perdidos. Has extraviado tu medalla, sí, la medalla de oro por la que sufriste durante cuatro años, la medalla que te costó tantas horas extras de trabajo, la medalla que te quitó el sueño y te hizo soñar. Cuántas veces te dije que no tomaras esas cosas, que un día te podían perjudicar y, al final, por usar sustancias prohibidas has perdido tu medalla. Después de la gloria, cuando por fin la habías conseguido alguien fue a buscarte de noche a la habitación. Volviste cabizbajo a la mañana siguiente, ebrio de todo y con el cuello desnudo. Tanto lo celebraste que, al final, perdiste la medalla de oro, la de los 3.000 euros, la de la Virgen de Candelaria que siempre quisiste lucir y no te duró ni un día.
Papá, Tierra
Apenas sabes hablar y ya me llamas papá. Apenas articulas diez o quince
palabras y ya pides agua, ñam ñam y calle. Señalas y sabes donde ir: pallá, pacá. Sabes lo que quieres y lo reclamas con la fuerza que te da tu año de vida. Apenas puedes caminar y ya te lanzas a correr, apenas sabes masticar y ya te lo quieres comer todo. Eres un atrevido, hijo, por eso aprendes tan rápido. El otro día agarraste la bola del mundo y me diste una lección: la abrazaste primero, para quererla; luego la golpeaste, para intentar espabilarla, y, al final, mientras la mandabas a rotar con desdén, la diste por perdida. Igual que los sabios.

11 agosto 2008
Papel mojado
A la duodécima hora ininterrumpida de trabajo en la hamburguesería, al grito de “sirva usted dos raciones grandes de papas fritas”, el empleado respondió blandiendo el
Estatuto de los Trabajadores. Al quincuagésimo día de trabajo ininterrumpido, al grito de “¡una pizza tropical con cebolla, atún y berenjenas!”, el ex empleado de la hamburguesería respondió mostrando el Estatuto de los Trabajadores. Al enésimo día en el paro, al grito conyugal de “¿qué vamos a comer hoy!”, el ex empleado de la pizzería respondió con un gesto digno: arrancó la página del artículo 4 del Estatuto de los Trabajadores, la de los derechos laborales básicos, y la mojó en la yema de dos huevos.

01 agosto 2008
Todopoderosos

29 julio 2008
Sin prisa
No tengo prisa, ¿por qué voy a tener prisa? Tenemos todo el tiempo del mundo. ¿Qué prisa ni prisa? Tómatelo con calma. No hay problema, yo espero aquí sentado, si total no tengo nada mejor que hacer que estar aquí esperando a que tú termines. Sin agobios, ¿eh? No te estre
ses, que la vida son dos días y, al final, tanto correr para nada. Qué no, no hay prisa, en serio. ¿Qué te crees que me voy a agobiar ahora por estar de brazos cruzados una hora? Yo soy un tío paciente, a mí no me entran los calores por perder media mañana, qué va. No tengas prisa ninguna. ¿Prisa? Para que te vas a dar prisa, coño, si a mí me da lo mismo, cojones. Que te estoy diciendo que no, coño, que no pasa nada. ¿Qué te crees que quiero que termines de una puta vez ya, jodida inútil? Pues no, hoy no tengo prisa.

¡Siguiente!
Para poder obtener el tratamiento médico que solicita para su madre debe presentar fotocopia de la partida de nacimiento, del documento de identidad y del libro de familia; declaración jurada y c
uatro testigos que ratifiquen el domicilio señalado; diez últimos recibos de agua, luz, teléfono y basura; cartas de pago del impuesto de bienes inmuebles de los últimos tres años; declaraciones de la renta de todo el núcleo familiar del último ejercicio; copia de la escritura de propiedad de la vivienda; referencia catastral; vida laboral; historia clínica, y certificados de penales. El plazo para contestar su solicitud será de tres años a partir del primer día hábil tras la presentación de la citada documentación. En el caso de que fallezca su madre durante el proceso, queda expedido un sentido pésame. ¡Siguiente!

18 julio 2008
Opositoro

09 julio 2008
Robado
Todo, me han robado todo. Mi cámara japonesa digital de fotos, el móvil finlandés, la agenda electrónica taiwanesa dotada con navegador GPS ruso, las gafas de diseño italiano, la cartera de piel de antílope sudafricano, las cinco tarjetas de crédito de bancos y comercios españoles, 2
00 euros en billetes europeos de variada cuantía, una medalla colombiana de la Virgen del Carmen, los mandos chinos de los garajes, las llaves de los coches alemanes y el reproductor inglés de música. Todo, absolutamente todo lo que llevaba en mi mochila made in USA. Parece mentira que esto pueda ocurrir en España. Todo fue muy rápido, pero lo tengo clarísimo: el que se llevó la mochila parecía entre guineano y peruano, hablaba con acento marroquí y vestía una camisa de Rumanía.

01 julio 2008
¿Qué crisis?
La crisis lleva a la quiebra a centenares de empresas constructoras e inmobiliarias. Centenares de nuevos ricos se despiden de la opulencia con la misma rapidez que la abrazaron. Los índices bursátiles van en caída libre y el petróleo lo pringa todo con la mancha del sobreprecio. Los suicidios de superejecutivos superfracasados se multiplican al ritmo del engorde de las cifras mensuales de desempleo. Los tentáculos de la crisis
llegan a casi todos los rincones, aunque siempre hay algunos que ni se enteran. Es el caso de Tomás Cadalso, persona libre completamente ajena a los vaivenes del mercado. Cada vez que le preguntan por la crisis, él responde: “¿Qué crisis?”, se toma un trago de vino, recoge sus cartones y se marcha a buscar otro cajero automático.

¿Ahora?
Ahora me llamas y me pides que olvide todo, que borre lo viejo y calcule una cuenta nueva, que corra una gruesa cortina sobre el pasado. Ahora me dices que te has dado cuenta de tus errores, que ere
s consciente de tu inconsciencia, que sabes lo que quieres y necesitas. Ahora tratas de convencerme de que ha llegado el momento bueno, de que los astros se han alineado en la posición exacta para que tú y yo seamos felices juntos. Ahora pretendes que recorra hacia atrás el camino y regrese al punto crítico, al momento y al lugar donde se rompió todo. Ahora pretendes que recoja los pedacitos de aquello y los recomponga con ilusión, credulidad y generosidad boba. ¿Ahora? Ahora es nunca.

18 junio 2008
Aeropuerto
Es la segunda vez que escuchas tu nombre por megafonía. La voz dulce repite: último aviso para el pasajero Antonio Segovia Armas. Ese eres tú, desde siempre, el mismo Antonio Segovia Armas del colegio salesiano, de las categorías inferiores del CD Rápido, del Instituto Cervantes, de la Mutua de Accidentes y del Consejo de Administración de Heather S.A. Te llaman, como cuando pasaban lista, pero esta vez no podrás ir. Vas a perder tu avión. Ese apretón llegó en pésimo momento. Sentado en la taza de ese baño de aeropuerto, escuchas repetir tu nombre. Vas a perder tu avión, pero no sólo eso. Y lo sabes desde que sentiste esa punzada en el pecho. Cuando te dolió el brazo izquierdo, te despediste del vuelo UX034. Y no sólo de eso.
Contrato fijo
Hijo, quiero que sepas que, a pesar de la distancia, no te olvido. Disculpame por no llamar más a menudo, pero las comunicaciones aquí son bastante difíciles. Confío en que te encuentres bien, sigas estudiando mucho y estés haciendo mucho caso a mamá. Yo sigo como siempre, trabajando mucho y tratando de ahorrar ese dinerito para irlos a visitar lo más pronto posible. Por acá las cosas siguen más o menos igual de duras. Esto está bravo, como nos gusta decir, pero yo no pierdo el ánimo. Como te dije, trabajo en una empresa española bastante grande que se llama Tenerife II. Aquí hay más de mil empleados. Pese a todo, el otro día me surgió una oferta mejor después de un roce violento con un compañero. Los jefes me han ofrecido cuatro años más de contrato fijo, pero con otra empresa nueva que, si no me equivoco, se llama algo así como El Salto del Negro. ¿Qué casualidad, no?
El paso
¿Cómo podría explicarte que el siguiente no es un paso más? ¿Cómo hacerte entender la trascendencia de ese breve gesto? Parece poco, algo normal, un uso social, un hecho mediano... Sin embargo, lo
que tenemos entre manos y pies, no es cosa baladí. No encuentro las palabras adecuadas que me permitan salir indemne de los desfiladeros de la cursilería, pero siento la necesidad de explicar, aunque sea ñoño, que éste, el nuestro, no es un paso más. Hartos estamos de escuchar historias de conflictos y fracasos, pero, ¿qué sería la vida sin el riesgo? Lo más fácil sería quedarnos donde estamos, a esperar, a verlas venir. Sin embargo, nos vamos a mover. Vamos a dar un paso. Ahí delante nos espera el resto de nuestra vida. Suerte, compañera.

28 mayo 2008
22 negro
Te dije que apostaras al rojo y preferiste el negro. Te advertí de que la apuesta debía ser conservadora y pusiste todo o nada al número 22. Mientras la bola giraba, no podía parar de pensar en lo estúpido
que eres. Tantas fichas de colores, tantos euros en manos del azar me revolvían el estómago. Te pedí que no fuéramos al casino, que optáramos por otra diversión más sana y menos avara... Pero tú siempre haces lo que te da la gana, como apostar los 12.000 euros de la indemnización al 22 negro en esa maldita ruleta. Nunca me haces caso, ni siquiera cuando tengo razón. La bola se paró en el 3 rojo y en un pis-pas volaron todos los planes que teníamos con ese dinero. “Mala suerte”, dijiste; “pobre gilipollas”, pensé. A ver con qué te vas a pagar ahora el divorcio.

Rabia
Algo te sube por dentro, como una marea que te oprime y te impulsa a descargar toda esa ira. Por más que lo intentas, no encuentras la calma y sólo notas calor e inquietud. Te esfuerzas por no gritar, por n
o insultar, por no romper... pero dentro sientes un demonio que se agita. Un gesto mínimo o una palabra de más son suficientes para desencadenar la tormenta. Entonces agarras lo que más cerca te queda, la botella de recuerdo de Cuenca, y lanzas las casas colgadas contra la pared del salón, impulsadas por un grito irreproducible. Tus ojos de loca buscan más productos delicados, hasta que encuentran el cenicero de cristal que te regaló tu tía. Cuando se hace añicos contra el suelo, respiras atropelladamente. Ya está. La rabia se fue por donde vino.

15 mayo 2008
Curling
Siempre serás mi equipo del alma, en los triunfos y en los fracasos. Siempre sentiré tus colores porque soy un hincha intenso, de esos cuyo estado de ánimo está indisolublemente ligado al marcador de tus pa
rtidos. Me condicionas la existencia por un contrato sentimental indefinido, pero eso no quiere decir que no me permita licencias. En días como hoy, cuando al cuánto de la derrota se suma la humillación del cómo, los colores los siento para dentro. En la clandestinidad del garaje, retiro la bufanda del salpicadero y las botitas del retrovisor; cambio de llavero, y recupero el reloj neutral. Desayuno en otro bar y, por supuesto, pido prensa económica. Si me preguntan, no me gusta el fútbol. Hoy prefiero el curling.

02 mayo 2008
Animales
Tenemos mucho que aprender de los animales, así que procura ser cauto como el gamo, laborioso como las hormigas, rápido como el guepardo, fiel como el cisne, independiente como el gato, elegante como el puma, tierno como el koala, cooperativo como el lobo, discreto como el
camaleón, sigiloso como la serpiente, leal como el perro, adaptable como la rata, paciente como el perezoso, valiente como el tejón, preciso como el cormorán, incansable como el camello, fuerte como el escarabajo rinoceronte y familiar como el elefante. Pero, sobre todo y ante todo, procura no ser tan bestia, zorro, cerdo, perro, puerco, burro, ganso, hiena, becerro, víbora, buitre, rata, zángano ni cabrón como es el hombre.

Libros
Cuando entraste en la modesta casa sin libros, un viento helado te recorrió la espalda. A pesar del temor que te infunde la ignorancia, disfrutaste de un aromático café iletrado y de una provechosa charla. Horas después traspasaste el quicio de la puerta de aquella mansión marm
órea. Una sonrisa satisfecha y evidente alteró tu rostro en el momento en que la doble puerta de caoba alumbró una espectacular biblioteca. Estanterías llenas de libros se erguían en todas las paredes, desde el zócalo hasta la escocia. Abrumado por la dimensión universitaria de la colección, afrontaste temeroso la charla con tu noble anfitrión. Pasada una hora, un viento helado te recorrió la espalda. El café era horrible, pero el verdadero terror lo infundía la inquietante presencia de tantos libros que nunca nadie había leído.

Ego II
Que la vida son dos días, hombre, que no hay que tomarse las cosas a la tremenda. Hay que saber relativizar y disfrutar de lo bueno. No se puede estar todo el día llorando, con el moco y los pañuelos como una Magdalena. ¿Que te acaban de despedir con 50 años? Pues a cobrar el p
aro y a esperar una ofertita buena. ¿Que te acaba de dejar la mujer? Pues un buen tinte, gimnasio y al mercado a pescar divorciadas. ¿Que ella se queda con el piso? Pues te vas a una pensión que allí te limpian y te hacen la cama todos los días ¿Que el médico dice que lo tuyo de la próstata tiene mala pinta? Pues encargamos una mariscada y nos vamos de putas. Si tienes cáncer, que te quiten lo bailado. No te amargues, hombre, que para desgracias, las mías.

16 abril 2008
Ego
Me encanta conversar contigo porque siempre estamos de acuerdo. Eres la única persona con la que nunca he mantenido una discusión. Cada vez que se me ocurre una idea sé que puedo recurrir a ti, que tú sí
me escucharás atentamente y no oiré otro no por respuesta. Estoy muy satisfecho de poder compartir contigo mis proyectos de futuro. Como yo siempre digo: es más difícil escuchar que hablar, y en eso eres buena. Tú siempre estás dispuesta a sentarte y escuchar con atención, sin interrumpir, sin apostillar, sin matizar ni contaminar mi discurso con comentarios impertinentes. Indudablemente, eres la persona ideal para conocer mis brillantes iniciativas. Nunca te he visto una mala cara, ni un gesto de duda. Crees en mí y me apoyas de forma incondicional. Tú sí que eres lista. Casi tanto como yo.

08 abril 2008
Existir
De lunes a sábado te levantas a las siete de la mañana, te duchas, te vistes y desayunas un café con leche y tres galletas con fibra. Al doblar la esquina, tomas la línea 4 del metro y sesteas durante seis paradas. Cam
inas cinco minutos por las calles de tu polígono industrial y fichas a la entrada de la fábrica. Trabajas ocho horas encajando piezas idénticas y sólo paras tres veces: dos para ir al baño y una para comer en silencio. Cerca de las siete de la tarde regresas a casa, cenas poco y te tumbas en el sillón a ver cualquier cosa por televisión. No sales, no tienes amigos ni amores. Nadie te llama, excepto algún familiar lejano en fiestas de guardar. Por eso, cuando te das cuenta de que no haces otra cosa que existir, decides cambiar. Hoy saliste a la calle por la ventana de tu séptimo piso puerta B.

28 marzo 2008
El guía
En el camino encontrarás un árbol seco de gran porte. Debes seguir la dirección que te indique la sombra de su tronco bajo el sol de mediodía. Camina trece horas a un ritmo lento, pero constante, y así llegarás a la falda de una montaña verde. En la cima, da la espalda al norte y gira t
u cuello a la izquierda. Esa será la dirección correcta. Camina durante dos días, pero recuerda que sólo podrás descansar doce horas. Si cumples, llegarás al final del segundo día al borde de un río caudaloso. Al otro lado de la orilla hallarás un montículo de piedras. En su interior existe una losa incrustada en la tierra que indica el rumbo correcto. Camina tres días más, pero detente sólo 18 horas para dormir, alimentarte y aliviar tu cuerpo. Sobre todo, ten fe y disfruta esperanzado del camino. Sólo tu dios sabe que no va a ninguna parte.

27 marzo 2008
Revolución
Las férreas autoridades de este país ampliaron sus poderes absolutos desde la política hasta la moral pública y privada. En su afán por controlar todo y a todos se lanzaron a legislar sobre lo mínimo y lo máximo. En diez años, el número de leyes, casi todas plagadas de prohibiciones, creció al insostenible ritmo que evoca la propaganda gubernamental: “Un día, una ley”. Hoy, en la solemne alocución semanal del Presidente Supremo en la Plaza de la Decencia Nacional, se anunció una nueva legislación: la Ley de Seriedad y Buena Conducta. Un texto que, entre otras cosas, prohíbe el buen humor público y privado, y castiga, con penas de cárcel, la risa en la vía pública. El pueblo, harto, contestó el anuncio con una revolución espontánea y derrocó al Gobierno con una multitudinaria carcajada.
14 marzo 2008
De hoy no pasa
Pasa ocho horas al día frente a una pantalla de ordenador, sin parar de pulsar teclas y letras. Apenas levanta la mirada una decena de veces en su jornada laboral para observar la coronilla de su compañero
más cercano. Ella debe tener entre 30 y 35 años, es de estatura media, complexión delgada y perturbadores ojos verdes. No fuma, pero le gusta el café. No conduce, pero le gustaría. Quería vivir sola, pero ahora preferiría tener más compañía que la televisión digital terrestre. Pasa ocho horas al día frente a ese hombre de su edad, estatura media, complexión delgada y perturbadores ojos negros. No se conocen, pero le gusta. No han hablado nunca, pero le gustaría. De hoy no pasa. A las tres de la tarde, cuando se crucen en el pasillo, va a preguntarle cómo se llama.

06 marzo 2008
La mosca

28 febrero 2008
2301

21 febrero 2008
La gruta
El camino lo andamos a tientas, tratando de no tropezar contra las rocas, de no chocar contra las paredes húmedas de esta gruta sin final. El camino lo andamos sin rumbo, sin conciencia de tiempo ni espacio, en oscuridad plena. Caminamos horas en silencio en este viaje al fin del mundo, hasta que, con una mezcla a partes iguales de temor y valentía, abando
no el grupo y regreso solo sobre nuestros pasos. Busco la luz que existía en el pasado, pero me fallan las fuerzas. Cuando caigo sobre la tierra mojada, continúo arrastrándome hacia mi origen. De repente, las paredes donde me apoyaba desaparecen. No hay nada alrededor. Hace frío. Estoy fuera. ¿Entonces por qué todo sigue igual de oscuro?

No pasará

02 febrero 2008
Caída libre
Al saltar del avión sólo podías pensar en las cuatro normas básicas que te dictó tu instructor. Tardaste varios segundos en empezar a disfrutar, en serio, de tu primer vuelo libre. Cayendo a diez metros por segundo recordaste a los pájaros que envidiabas de chico, y los viste perderse en la inmensidad azul de aquel cielo móvil. Disfrutabas con la
cara tensa y repleta de pliegues que el aire marcaba; con los brazos y las piernas formando una gran equis; con la inmensidad de la tierra corriendo a tu encuentro. Tanto disfrutabas que olvidaste la cuarta norma, la relativa al paracaídas de emergencia. Como nada se abrió sobre tu cabeza, cerraste los ojos y te recreaste en el resto de tu vida. Diez segundos dan para mucho.

25 enero 2008
Amable señor
Ese señor siempre me sonríe y me regala caramelos al salir del colegio. Es muy simpático porque siempre me pellizca un cachete y me dice niña guapa. Ayer me regaló una muñeca Bratz, pero dijo que no se lo contara a nadie, que era un secreto. No quiere que nadie sepa que en su cas
a tiene un sótano lleno de juguetes porque se los pueden robar. Mi hermana mayor no es ladrona, así que le conté que hoy me va a llevar a coger el barco y el avión de los Polly Pocket. No roba pero es medio celosa y puso cara de chincha rabiña. Seguro que fue ella quien se chivó. Al salir de clase el señor me estaba esperando, pero cuando me subí a su coche aparecieron papá, mamá, la chivata y por lo menos diez policías con pistolas. Todo por unos simples Polly Pocket.

19 enero 2008
X1VT
Creí en la sinceridad de tus palabras justas, me convenció tu mirada limpia y sucumbí al aplomo de tus gestos. Tu sonrisa me cautivó, pero fue tu saber estar, tu porte bello de caballero atemporal lo que terminó de
entregarme cual esclava. Te di todo. Te seguí durante meses, como una sombra, sin dudar jamás de tus intenciones, sin tolerar jamás una crítica. Te hubiera acompañado por desiertos y montañas lejanas sin preguntar cómo, cuándo, cuánto ni dónde. Pero todo cambió desde aquel día que tanto esperábamos. Te llevaste mi voto y no volví a saber de ti.

16 enero 2008
Nohaymal
Iba por el último párrafo de aquel artículo cuando el periódico salió despedido de sus manos. Su cuerpo se inclinó hacia adelante, em
pujado sin remedio por la ley de la gravedad, y sus brazos se abrieron desesperados, como alas, buscando asidero. Con el pelo al viento y la expresión asustada perdió, como un futbolista cualquiera, la verticalidad. Milésimas de segundo antes del golpe, cerró los ojos y anticipó el dolor. Aún aturdido por el choque contra las baldosas, sintió el calor de una mano delicada. Avergonzado, elevó la vista y vio la sonrisa de la mujer más hermosa de la ciudad. En el suelo, sucio y ridículo, celebró su suerte y la invitó a un café.

04 enero 2008
Suerte
No puede ser, piensa mientras remira el billete supuestamente premiado. El seis, el cuatro, el seis, el seis y el seis. Sesenta y cuatro mil
seiscientos sesenta y seis. Podría ser rico, o no; podría salir brindando en la tele, o no. El número impreso es, pero internet y el teletexto podrían equivocarse. No quiere saltar ni exteriorizar una alegría que podría no tener sentido. Sólo mira y remira el décimo. Mira y remira la pantalla. No se lo cree, pero su suerte ha cambiado. Es el mismo número y es el primer premio: le ha tocado. Cuando se convence de su fortuna, abre la puerta de casa eufórico y sale sin mirar. El camionero sólo escucha un golpe seco y ve un décimo volar.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)