25 diciembre 2009

José

Me llamo José y, cuando era un niño descalzo, jamás hice caso a quienes me reprochaban por inventar historias o tener “demasiada imaginación”. Quizá por eso, hoy casi nadie me llama José. Y todos me conocen por Saramago.

18 diciembre 2009

Literato nato

Me esforcé desde el primer día. Leí y escribí hasta desfallecer. Deseché, pulí y perfeccioné cada frase, cada párrafo, cada relato. Me convertí en un orfebre de la palabra, en un tallador de cuentos, en un miniaturista de la gran literatura. A pesar de mi innegable vocación y mi denodado sacrificio, nunca mis libros han cosechado ni premios ni el elogio de la crítica. Jamás me han reseñado en los lugares importantes ni me han abierto las puertas de los clubes de escritores. Aún me miran por debajo del sobaco, me ignoran y me desconocen. Frustrado, he barajado el suicidio y el asesinato múltiple; pero al final he optado, no sin dudarlo, por la paciencia. Dentro de tres meses cumplo diecisiete años y me paso a la novela.

11 diciembre 2009

Saga

El primer esqueleto lo encontré bajo unas tablas del sótano. Un somero vistazo posterior confirmó la presencia de al menos siete cuerpos más en aquella oscura habitación para trastos. En el desván del piso superior aparecieron diez más. No voy a llamar a la policía, pero ya no me parece buena idea lo de cultivar el jardín de la casa de mi padre. Mejor será que lo mate.

04 diciembre 2009

2209

Bisa, no empecemos otra vez. Que la historia de lo mal que está ahora el mundo me la ha repetido mil veces. Ya sé que es una pena lo que queda. Ya sé que antes todo estaba mejor. Ya sé que había playas en la costa y bosques en las montañas, pero esta sí que es buena, bisa, ¿cómo que la nieve era blanca?